Los trabajadores de aquellas actividades consideradas no esenciales, volvieron a su puesto de trabajo el pasado 13 de abril. Con ello, se produjo un incremento de movilidad que ha quedado patente en las vías públicas y medios de transporte como metro y autobuses.
Si bien es cierto que esta movilidad ha generado un pequeño aumento, no es nada comparable con el que había antes del estado de alarma pues se ha podido experimentar una disminución de personas en parte gracias al teletrabajo y, por desgracia, otras muchas relacionadas con aquellos afectados por los ERTE.
La desescalada en cuanto a la vuelta al trabajo se refiere, se está realizando de forma escalonada y siempre teniendo en cuenta las medidas de prevención previstas para evitar contagios como mantener la distancia de seguridad y el uso de mascarillas en los transportes públicos. En los casos de desplazamientos a pie, patinete o bicicleta no es necesario el uso de mascarillas, así como tampoco lo es cuando se usa el vehículo privado.
En muchas ocasiones mantener la distancia de seguridad en el transporte público se convierte en una tarea muy complicada y por ello el Gobierno aconseja buscar otros medios como puede ser el uso de bicicletas. «Es preferible ir al trabajo caminando o en bicicleta» dijo Salvador Illa, ministro de Sanidad.
De la misma opinión es la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ve con buenos ojos el uso de las bicicletas como alternativa al uso del transporte público y la considera «una idea buenísima y una gran oportunidad en el marco de una movilidad distinta».
Ribera se ha puesto manos a la obra siguiendo el ejemplo de Francia para considerar el uso de la bicicleta como el principal modo de transporte. Una campaña a la que también se ha sumado la Dirección General de Tráfico (DGT): «La bicicleta es un vehículo sostenible y saludable. Y una buena opción para desplazarse en todo momento. También ahora» publicaba en su cuenta de Twitter.
Esta iniciativa puede llevar a que haya un incremento de bicis en las vías públicas y por ello la DGT recuerda a los conductores de vehículos la obligación de respetar la distancia de 1,5 metros entre el coche y la bicicleta así como la manera correcta de adelantar a un ciclista.
Pero no solo los conductores tienen obligaciones, los ciclistas también deben cumplir una serie de normas para su desplazamiento por la vía pública que deben respetar como por ejemplo circular lo más a la derecha posible, por el arcén si existe, es «transitable y suficiente», o si no «por la parte imprescindible de la calzada», como establece el artículo 38 del Reglamento General de Circulación