Montaje con fotos de la madre y la hija

‘Tres días de pie’: Los abusos que acabaron con la vida de una niña de solo 4 años

Su madre está acusada de abuso infantil y asesinato, y su abuela de encubrimiento

La muerte de Jellie, una niña de 4 años, sigue consternando a la opinión pública en Estados Unidos. La niña desapareció en septiembre de 2020 y fue encontrada sin vida en mayo de 2021. La investigación ha destapado un espeluznante caso de abuso infantil por parte de la madre de la menor.

Malikah Benett, de 31 años, está acusada de abuso infantil y asesinato en primer grado por la muerte de su hija Majelic Young, apodada como Jellie. Los hechos ocurrieron en otoño del año pasado en Carolina de Norte. La pequeña murió después de innumerables abusos y castigos que ponen los pelos de punta.

Foto del lugar
Han levantado un memorial en el lugar donde fue encontrada | Cedida

En septiembre de 2020 se notificó la desaparición de la niña de 4 años, y sus restos aparecieron enterrados fuera de una casa ocho meses después. La madre de la víctima y su abuela fueron arrestadas por su presunta implicación en el suceso. La abuela de Jellie, Tammy Moffet, está acusada de cómplice por haber enterrado el cuerpo de la menor.

Murió al caer al suelo de agotamiento

Según la investigación policial, la niña sufrió inquietantes abusos que incluían estar de pie durante días sin poder descansar. Los castigos se alargaron durante al menos tres días, hasta que la pequeña murió. Así lo comunicó la hermana de la niña fallecida, de 13 años, cuyo testimonio fue clave para desencallar la investigación.

Una llamada de los servicios sociales a la policía permitió localizar el cuerpo sin vida de la niña. Según el testimonio de su hermana, la castigaron sin poder sentarse en ningún momento durante tres días. La respiración de la niña se empezó a debilitar al cabo de tres días, cuando finalmente cayó al suelo inconsciente.

Foto del personaje
Jellie Young murió después de 72 horas sin poder sentarse | Cedida

La muerte se habría producido por el golpe que se dio en la cabeza al caer. Detrás de los inhumanos castigos estaba su madre, que puso el cuerpo de la niña en bolsas de plástico y lo guardó en el maletero del coche cinco días. Luego obligó a la hermana mayor a cavar una fosa y cubrir el cuerpo con tierra.

Encontraron el cuerpo enterrado

Los investigadores encontraron el cuerpo de la pequeña Jellie enterrado. La policía halló también la pala con la que supuestamente enterraron a la niña. Los detalles han salido ahora a la luz, confirmando que se trata de un caso de abuso con resultado de muerte.

Según el jefe de la investigación, el caso ha supuesto un shock para los mismos agentes: “He trabajado en homicidios durante los últimos diez años, y les puedo asegurar que esto es profundamente perturbador”. “Muchos de nosotros somos padres, y es muy difícil entender cómo alguien puede hacerle esto a su hijo”, ha añadido.

Además de la forma como murió la pequeña y como hicieron desaparecer el cuerpo, resulta perturbador “como pudieron seguir adelante con su vida como si nada hubiera pasado”. En el cuerpo de la niña había restos de acetona y etanol. Según el entorno cercano, la madre acusada por asesinato tiene al menos ocho hijos.

Nadie sospechó nada

Primero arrestaron a la madre, y luego a la abuela por encubrimiento. Según documentos judiciales, la madre infligió severas heridas al cuerpo de la niña incluyendo moratones en los ojos, golpes e hinchazones. Según las evidencias halladas en el cadáver, las torturas se produjeron durante algún tiempo.

Foto del personaje
La abuela de la menor también ha sido arrestada | Cedida

La madre ya tenía antecedentes por haber abandonado a otro de sus hijos durante 24 horas. Madre y abuela se enfrentan ahora a graves cargos, y será fundamental establecer la situación mental de ambas. En el lugar donde fue encontrado el cadáver de la menor se ha levantado un memorial en su recuerdo.

El caso generó una gran consternación en el vecindario, donde nadie advirtió de los abusos a los que era sometida la menor. Una persona cercana a la abuela afirma sentirse en shock por lo ocurrido. “Espero que puedan dormir tranquilas, porque yo no puedo”, sentenció.

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