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Imagen de un coche en una inundación

Los récords de lluvia que ha batido el temporal de la DANA en el Levante español

La Comunidad Valenciana, Murcia y el resto de sudeste peninsular intentan recuperar la normalidad tras los efectos de la gota fría más impactante de los últimos 30 años

Las lluvias torrenciales en el sudeste peninsular han cesado, pero todavía son muy recientes y hay muchos datos sin filtrar para un balance final del temporal. Los efectos de la Gota Fría de esta semana pasada son devastadores, muchos municipios piden al gobierno central la declaración de zona catastrófica, siguen los campos y las calles anegadas de agua, más de 4.000 personas fueron evacuadas y el riesgo de romperse más diques en la cuenca del Segura no ha terminado.

Poco a poco el peligro se difumina y la sociedad alicantina, murciana y almeriense intenta recuperar su rutina habitual. La tarea para valorar los daños materiales será muy larga, la cuál necesita una buena recopilación de datos meteorológicos para justificar los daños. Desde el campo climático, ha sido un temporal espectacular e histórico. En ciudades como Murcia y Almería no había llovido jamás tanto en un solo día.

Las peores inundaciones desde 1987 o antes en Alicante y Murcia

Mapa de registros de lluvia durante el temporal de la semana pasada: más de 400 litros en Alicante
Mapa de registros de lluvia durante el temporal de la semana pasada: más de 400 litros en Alicante | @crballesteros

Según datos oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología en el aeropuerto de Almería cayeron 99,3 litros el viernes, la precipitación más alta desde que se instaló el observatorio en 1968. En Murcia pasó los mismo: se recogieron hasta 169 l/m2, récord en 35 años.

Otros datos históricos son los cerca de 500 litros que se acumularon en 48 horas en Beniarrés (Alicante), 425,4 en Orihuela (Alicante) y los 339,2 litros en Ontinyent (Valencia). Aemet destaca además que en San Javier (Murcia) cayeron en 2 horas 144 litros, la mitad de lo que llueve en un año en esta zona. Otro registro extraordinario son los 260 litros del jueves en Orihuela, cuando su media anual es de 280. Los registros de lluvia en Ontinyent del jueves superan la precipitación total de Madrid de 1954, 2005, 1938, 2017, 1983 y 2015.

Tal barbaridad de agua desbordó el río Clariano, arrasando un puente de 500 años de historia, desbordó el Segura en Orihuela y en las afueras de Murcia, ha hecho desbordar acequias, canales y pantanos, e inundó pueblos enteros y aeropuertos. Lo más trágico es la muerte de 6 personas desde Albacete hasta Granada y una sigue desaparecida en la Comunidad Valenciana. Se trata de un holandés al que buscan desde este domingo a raíz de una alerta de un testigo que vió como este hombre era succionado por la corriente de agua de una acequia de Dolores.

¿Podrían haberse evitado los devastadores efectos de la Gota Fría? 

Expertos climatólogos de Aemet Comunidad Valenciana declararon el sábado que el temporal de estos días en la Vega Baja de Alicante probablemente sea el más catastrófico en 140 años en la zona, desde las fatídicas riadas de Santa Teresa en octubre de 1879 que causaron más de 1.000 muertos entre Murcia, Orihuela y otros pueblos de esta área.

La violencia del actual temporal puede deberse al cambio climático y las trágicas consecuencias se deben a imprudencias humanas y la mala planificación urbanística. Según declaraciones de Jorge Olcina, catedrático de Geografía, y Antonio Prieto, geógrafo experto en ordenación del territorio, al periódico ‘Ara’, desde la última gran inundación del Segura en 1987, la superficie urbanizada no ha parado de aumentar.

El boom inmobiliario en esta área costera ha creado un problema y sus habitantes pagan ahora los efectos y los volverán a sufrir en el futuro. La especulación urbanística ha llevado a construir barrios en zonas de alto riesgo de inundación. Además, Olcina explica que «en el ámbito local no existe la cartografía de riesgo, no hay técnicos especializados en la gestión del riesgo, y es necesario un control más firme de los procesos urbanísticos».

Dolores gota freda
Las graves inundaciones se deben en gran parte que el litoral alicantino está edificado en zonas inundables | EFE

Estos expertos aseveran que las autoridades han construido medidas de defensa para contener el agua de las avenidas, que una vez desbordas o rotas evacuan «un mayor volumen de agua, con más carga energética, y la capacidad de destrucción aumenta». Sería más seguro respetar los lechos inundables, favorecer la vegetación de ribera que frena la velocidad del agua y eliminar obstáculos artificiales. 

La conclusión final de estas voces críticas es que cada vez más suceden inundaciones graves a causa de la ocupación humana del territorio o el exceso de confianza en las estructuras de defensa. Y debemos añadir el efecto del clima que el hombre modifica y nos perjudica cada vez más.