Lydia Lorano llorando tras realizar un polígrafo

Lydia Lozano finge un verano de ensueño y que no se corresponde con la realidad

La colaboradora se encuentra en estos momentos en Ibiza

Lydia Lorano llorando tras realizar un polígrafo
Lydia Lozano está viajando con su marido Charly | Mediaset

Con la aparición de las redes sociales  sus usuarios han empezado a exagerar sus vivencias para hacerlas más atractivas a ojos de sus seguidores, haciendo creer que sus platos de comida, sus viajes y sus vivencias son de primer nivel, cuando en realidad la ficción va mucho más allá que lo que está ocurriendo realmente en la vida real. Este efecto no solo ocurre con las personas anónimas, pues los famosos también acostumbran a montarse sus propias películas y que en ocasiones también acaban siendo pillados en importantes renuncios.

Si ayer una revista llevaba en portada a Lydia Lozano gozando de sus  vacaciones en la cubierta de un lujoso yate en Ibiza, el mismo que estaría valorado en siete millones de euros y que se alquilaría por seis mil euros al día, ahora su propio programa, 'Sálvame', ha decidido desenmascarar  a una de sus colaboradoras más mediáticas y que habría fingido un viaje mucho más sencillo de lo que nos ha querido mostrar.

Esta tarde el programa ha destapado que la colaboradora se encontraba en ese  lujoso barco  porqué había sido invitada al cumpleaños de una persona muy importante y que conocería de muy poco pero que le habría servido para poder participar en esta jornada tan especial. La invitación era solo para un día y no para varios días como se había especulado en un primer momento.

La realidad de la estancia de Lydia Lozano en Ibiza

El día a bordo de este lujoso yate quedaría en anécdota de las vacaciones de la colaboradora en  Ibiza. Según han puntualizado sus compañeros, Lozano es una persona muy ahorradora y por esto creen que habrá optado por una estancia muy sencilla y según ha apuntado el programa, Lydia podría haberse alojado en un apartamento turístico muy sencillo y con actividades muy económicas en la isla, como almuerzos y cenas en restaurantes de lo más normal y que para nada se alejarían de las vacaciones que podríamos hacer cualquiera de nosotros.