Alessandro Lequio en un plató de Telecinco

Ana Rosa ayuda a Lequio y le hace recuperar la sonrisa

El italiano intenta volver a la normalidad tras el fallecimiento de su hijo

Alessandro Lequio en un plató de Telecinco
Alessandro Lequio recupera la sonrisa en 'El programa de Ana Rosa' | Telecinco

Poco a poco Alessandro Lequio va recuperando la normalidad en su vida  después del fallecimiento de su hijo, Álex Lequio, el pasado 13 de mayo. Un esfuerzo titánico el de un padre  que tuvo que despedirse de manera prematura y muy dura del que era su hijo mediano y el fruto de su relación con Ana Obregón.

El colaborador regresó a su puesto de trabajo el miércoles 27 de mayo como colaborador de 'El programa de Ana Rosa' recibiendo todo el apoyo y cariño de sus compañeros y,  muy especialmente, el de Ana Rosa. Todavía con la tristeza reflejada en su semblante y mucho más delgado, Alessandro ponía todo su empeño en participar en la tertulia sobre la última hora de los concursantes de 'Supervivientes'.

Un primer paso hacia la normalidad que hoy, jueves 28 de mayo, se ha vuelto a repetir. Ya con los nervios del primer día superados, Alessandro se ha mostrado algo más animado  y ha querido mostrar su opinión sobre el tema del momento: José Antonio Avilés.

El italiano no ha estado presente durante el culebrón del ex concursante de 'Supervivientes' pero  ha procurado ponerse al día y expresaba su confusión sobre cómo alguien puede ser estafado por una persona como Avilés: «Eres idiota a no ser que quieras algún tipo de beneficio... A esta gente se le está quedando cara de tontos» opinaba Lequio.

El momento distendido de la tertulia llegaba con la intervención del periodista Pepe del Real, que explicaba a los colaboradores que José Antonio Avilés pregonaba a los cuatro vientos que él era el encargado de organizarle una fiesta de cumpleaños a Ana Rosa Quintana. Esta información provocó la risa de Joaquín Prat y del mismo Alessandro Lequio.

Seguramente se trate de la primera vez que el italiano es capaz de sonreír después de la gran tristeza que la ausencia de su hijo le ha provocado. Un gran paso para su recuperación anímica que le ha servido para dejar atrás, por un momento, el gran dolor que siente por dentro.