Plano medio de David Flores Carrasco con su padre Antonio David Flores

'Siempre con cámaras detrás': El juego sucio de Antonio David con sus hijos

Si algo no le perdona Rocío Carrasco a Antonio David, más allá del maltrato y el acoso mediático al que la lleva sometiendo durante más de veinte años, es el haberle arrebatado a sus hijos. Unos niños que no cabe duda de que son víctimas colaterales de este conflicto, y que por el mismo motivo llevan años sin hablar con su madre. 

Así, en los nuevos episodios de su documental, Rociíto no ha dudado en reflejar la terrible forma en la que su ex utilizaba a sus hijos, cuando todavía eran pequeños, para hacerla quedar como una mala madre.

Según ha relatado Carrasco, Antonio David llegaba al punto de dejarse fotografiar con su hijos, mostrándose como el perfecto padre modelo, mientras que pagaba a paparazzis para que la capturaran en actitudes comprometidas.

Aunque, eso no es lo peor, sino que sabía perfectamente como jugar sucio para conseguir quedar bien. Tal y como cuenta Rocío, su ex se plantaba en su casa los días que no le tocaban los niños para hacer ver que ella no le dejaba verlos, y siempre llegaba rodeado de prensa, hasta tal punto que su hija se quejaba del gran alboroto de cámaras y flashes que se formaba a su alrededor.

Cuando ve que la situación se repite, y desesperada, Carrasco decide acudir al Defensor del Menor con la intención de proteger a sus hijos. «Pido ayuda al defensor del menor, Javier Urra. Él se limita a decirme las opciones legales que tengo, epígrafes del código cívil que yo ya me sabía. Nadie me ayudó».

De hecho, ha reconocido abiertamente que pudo haberse equivocado con sus hijos a la hora de sobreprotegerles, sacrificando incluso su papel como madre. Algo, que finalmente ha terminado jugando en su contra, ya que es obvio que tanto Rocío como  David llevan muchos años del lado de su padre creyendo a rajatabla todo lo que les ha contado acerca de ella. 

«Prefiero pensar que yo no he hecho daño a mis hijos... a lo mejor me he equivocado», ha admitido Carrasco entre lágrimas. «No ha sido ese el fin que yo perseguía... Prefiero pensar que no les he hecho daño y que con mi actitud he conseguido que sufrieran un poco menos. Por lo menos con esa edad y en esa etapa que son tan frágiles y tan vulnerables».

Aunque, eso no es del todo cierto, ya que hace poco salia a la luz que Rociíto pudo haber encubierto los malos tratos que recibió por parte de su hija, cuando esta tenía unos 15 años. El famoso episodio en la cocina entre madre e hija que terminó rompiendo su relación para siempre. 

Pero, a pesar de ello, incluso en ese momento, Carrasco habría hecho todo lo posible por proteger a su hija, a pesar del propio dolor que le hubiese causado dejar que se fuera con su padre. Y es que, tal y como ha contado en el documental, para ella era fundamental que sus hijos pudieran contar con la figura paterna. 

Eso, sin saber que el precio que debería pagar sería perderlos para siempre. «Lo más importante era que esos niños tuvieran a su padre y yo venía de una separación ejemplar y modélica. Yo pretendía que mi separación fuese de esa manera. De respeto mutuo, de implicación terreno afectiva, material, escolar, aunque yo ya no quería nada con esa persona».

Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos de  Rociíto por llevar la fiesta en paz, Antonio David no cesaba en su empeño de desprestigiarla y ponerselo muy difícil. E, incluso tras haberse hecho Carrasco con la custodia, el tertuliano denunciaba públicamente que no veía lo suficiente a sus hijos.