José Ortega Cano y Rocío Carrasco en el entierro de Rocío Jurado

Los Mohedano se vengan de Ortega Cano tras posicionarse con Rocío Carrasco

El torero mostró una actitud muy conciliadora que no ha gustado nada al resto de la familia

Desde que se estrenara el documental de Rocío Carrasco, Ortega Cano ha sido de los pocos miembros de la familia que ha procurado mantenerse prudente respecto a su opinión sobre la protagonista del momento. 

El torero simplemente se ha limitado a explicar detalles como el motivo que le llevó a distanciarse de Rociíto, y no ha dudado en señalar directamente a  Fidel Albiac. Aunque, asegura que desconoce el motivo por el que Carrasco pudiese estar molesta con él.

«Lo digo con la Biblia en la mano. No soy consciente del motivo porque no hemos tenido trato, alegaba al respecto. Yo la sigo queriendo mucho, como si viviera su madre. Le deseo lo mejor, tenga suerte y sea feliz», explicaba en directo en 'Viva la vida'.

Acerca de las posibles rencillas familiares, el marido de Ana María Aldón alegaba que «es una historia muy larga… Siempre ha habido una buena relación, muy buena hasta que se unió a la pareja suya. Estoy agradecido de que en momentos difíciles estuvieron conmigo y eso nunca se olvida».

Aunque eso sí, admitía que la relación «se cortó hace mucho tiempo. Si uno deja de hablarse por lo que sea, quizás tiene un motivo y lo desconozco, pero no soy consciente porque no hemos tenido esa vinculación», dando a entender que ese distanciamiento llegó de la noche a la mañana.

Pese a ello, el diestro ha sido de los pocos que ha echado en falta la presencia de la hija de Rocío Jurado en un día tan importante como el del 15 aniversario de su fallecimiento. Se le echa de menos, compartía con los medios visiblemente emocionado. 

«Uno no puede olvidar lo que ha compartido, momentos bonitos, hay que quedarse con lo bueno, trato de hacerlo. Yo no olvido», ha dicho cuando le han preguntado por Carrasco, más presente que nunca a pesar de su sonada ausencia en el homenaje.

Además, Ortega Cano dejaba la puerta abierta a una posible reconciliación. «Me hubiera gustado que Rocío Carrasco estuviera, ella tiene a mucha gente que está con ella y se le echa de menos. La puerta nunca se cierra».

A eso, se suma que el torero ha salido en defensa de su hija Gloria Camila, quien muchos aseguraban que había hecho un claro guiño a su hermana luciendo un traje fucsia, el mismo atuendo escogido por Carrasco en su docuserie. «No lo veo una provocación, díselo a Amancio Ortega, mi tocayo, que es el que lo tiene y lo vende».

Unas palabras muy conciliadoras que contrarrestan mucho con la que pronunció ayer  José Antonio Rodríguez, marido de Gloria Mohedano, quien hablaba en nombre de toda la familia y le daba la espalda por completo a su sobrina.

«Se sabía la postura que teníamos antes, y ahora mismo está peor a no querer nada. No queremos nada porque se han pasado muchas líneas rojas. En la vida hay muchos principios, pero ha cruzado esas líneas rojas como madre, pero también como hija con respecto a su madre, pero también a su padre», arremetía con dureza contra su sobrina.

«Ella dijo que había que perder el miedo, y lo ha perdido según dice, pero lo que tiene que perder es el odio. Así no va a ser feliz en la vida, dice que cuando veía a sus hijos le entraban ganas de vomitar. Yo esas palabras de una madre no las puedo entender, esas cosas no se pueden decir», sentenciaba devastador.

Y, al parecer, las palabras de  Ortega Cano no han sentado muy bien, por lo que la familia habría decidido apartarle por completo. De esa forma, tal y como el propio torero ha comunicado, será José Antonio el que se erija como portavoz de todos.

«Hemos pensado que, para que no haya opiniones de diferente cordura y forma de expresarse, desde ahora va a ser José Antonio Rodríguez un poco la persona que conteste. Cuando quieran hablar y conocer la opinión en conjunto de cinco o seis personas, pues las tendrán con él sin ningún problema», ha comunicado el torero.

De esa forma, que más clara que nunca esa confesión acerca de que Gloria Mohedano y su marido eran realmente 'la mano que mece la cuna' y toman las decisiones dentro del clan.