El programa 'Gran Hermano' se encuentra últimamente siendo protagonista de los medios y no porque se esté emitiendo. Ha sido noticia porque ya hay fecha aproximada para el estreno de su nueva edición VIP y también porque uno de sus exparticipantes, Pulpillo, podría ir a la cárcel.
Y hoy lo es también porque una de las concursantes de su última edición anónima ha sufrido una situación realmente dramática. Nos estamos refiriendo a la sevillana Laura Velasco.
En concreto, dos jóvenes han llegado a importunarla de manera realmente violenta y grosera. De ahí que haya temido por su integridad física.
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Un tren, el escenario del lamentable suceso
El pasado fin de semana pudimos escuchar el lamentable y machista diálogo de dos trabajadores que cubrían los Premios Goya. Una situación bochornosa que viene a dejar constancia de la necesidad de seguir conmemorando el 8M. Y así lo establece necesario también lo que le ha ocurrido a la citada joven.
En concreto, Laura, que fue participante de 'GH Revolution', vivió una situación violenta y muy desagradable el pasado 9 de marzo. La misma tuvo como escenario un tren y no ha dudado en contarla de forma pública. Lo ha hecho para dar visibilidad a hechos deleznables que aún sufren las mujeres y también para que si vuelven a suceder Renfe tome otras medidas.
Los hechos
A través de su cuenta de Twitter es como la joven ha compartido con sus seguidores en directo lo que le estaba pasando. Y lo ha hecho diciendo: «Actualmente, me encuentro viajando en un tren intercity de Renfe. Mi asiento, ocupado por dos chicos, y para no levantarlos, me siento en el de delante de ellos con la condición de que si alguien viene al asiento que ocupo, entonces sí me sentaría en el que tengo asignado».
A eso ha añadido: «Desde que me siento escucho todo tipo de comentarios hacia mi físico, mi supuesto escote (voy con un chaleco de lana y cuello vuelto), mi cara o mi cuerpo. Incómoda es como me siento cuando dos personas de unos 25 años hablan de mí sin conocerme. Arman jaleo, ruido, vocabulario excesivamente soez, pero lo tolero».
De la misma manera, Laura Velasco ha contado que «Acto seguido hablan con un amigo en manos libres (en pleno tren lleno de pasajeros) cuando su amigo le pregunta: '¿Y la putilla del 213 qué?'. Quitan el manos libres y le recriminan que estaba en altavoz, a lo que dice: 'Pero vamos, cuando llegue a Sevilla me detienen por violación o alteración del orden público'».
La situación se va volviendo más peligrosa
La joven exconcursante de 'Gran Hermano' ha seguido narrando a sus seguidores lo que estaba sucediendo en el tren. Y lo ha hecho diciendo: «Lógicamente, llamo al revisor, le cuento lo sucedido y otros pasajeros confirman lo que cuento ¿Solución? Cambiarme a mí de vagón y asiento. Y a ellos, que sueltan tal barbaridad hacia supuestas intenciones hacia mi persona, los dejan tan alegres en el asiento que YO he pagado y con un simple aviso de que a la próxima los bajan del tren».
Para concluir su tuit, la sevillana ha manifestado: «Una vez más, la mujer es el problema y a la que hay que apartar. Una vez más, una se siente como una mierda, insegura y con miedo de lo que ocurrirá cuando llegue a Sevilla y me cruce con ellos en el andén».
Las reacciones a la denuncia pública de Laura
Como es lógico, la gravedad de la situación vivida por la joven ha traído consigo muchas reacciones. Entre estas está la de Renfe: «Lamentamos muchísimo lo sucedido. Esperamos de corazón que estés bien. Sentimos pena e impotencia ante situaciones así».
Asimismo, ha recibido una larga lista de mensajes de seguidores apoyándola y arremetiendo tanto contra la citada compañía de tren como contra el machismo reinante. Buena muestra de esos son comentarios como estos:
- «Renfe, además de decir que lo sentís, podríais decir qué vais a hacer para que tripulantes y no sé quién más tomen medidas contra los agresores y no contra las víctimas».
- «¡Qué asco me da lo que leo! Mucho ánimo».
- «Tengo los pelos de punta con la historia. Lo siento mucho, de verdad, Laura. Unos sinvergüenzas es lo que son».
Afortunadamente, Laura Velasco fue recogida por su padre en el propio andén del tren y logró marcharse a casa sin tener que toparse con los dos mencionados sinvergüenzas.