Collage de Rocío Flores y Rocío Carrasco

La decisión de Rocío Carrasco: «O contaba la paliza de mi hija o me iba a la cárcel»

Rocío Carrasco tuvo que contar a la juez lo que había hecho su hija para no acabar en prisión

Desde que la semana pasada conociésemos por boca de Rocío Carrasco la agresión que sufrió por parte de su hija en la casa familiar, han sido muchas las dudas que han ido surgiendo y que hoy por fin, con la emisión del noveno capítulo de la docu serie 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva' hemos podido aclarar. Carrasco ha contado que después de que su hija le diese la paliza esta se subió en un coche y se fue a la escuela, mientras que a la vez llamaba a su padre para decirle que ya estaba hecho. La niña pidió insistentemente al chofer que la llevase a una comisaría concreta, pero este no accedió y la llevó al colegio que era para lo que lo habían contratado.

Cuando  Rocío Flores llegó al colegio siguió con la intención de denunciar a su madre y desde allí, siguió con su objetivo de tomar acciones legales. Finalmente lo consiguió y su padre la llevó a una comisaria para que demandase a su madre, una demanda que no se ajustaba a la realidad y que en lugar de alegar que había sido ella la agresora, lo contó al revés y acusó a su madre de haberla maltratado.

En ese momento, la Guardia Civil llamó a declarar a Rocío Carrasco en sede policial para que contara lo que había ocurrido en su casa, algo que no quiso hacer porque sabía que si contaba lo ocurrido estaría alzando una denuncia en contra de su hija, algo que quería evitar por todos los medios, pero que finalmente le acabó resultando imposible, pues de no hacerlo las consecuencias habrían sido nefastas para ella. Ante esta compleja situación, Rocío no declaró, pero sí que lo hizo su marido Fidel Albiac  y que contó lo que vio cuando llegó a la casa con su mujer totalmente inconsciente y en situación de haber sido agredida brutalmente.

Después de esto, el asunto llego a sede judicial y la juez iba a decretar prisión para Rocío Carrasco al entender que el relato de su hija, Rocío Flores, era cierto y que por lo tanto, se tenía que meter a la agresora entre rejas. Fue entonces cuando la protagonista de la docu serie cobró el sentido y se dio cuenta de que si no contaba delante de la juez y de la fiscal lo ocurrido y delataba a su hija, sería ella la que iba a acabar en la cárcel.

Solamente fue en ese momento cuando lo contó y la justicia decretó que el asunto tenía que pasar por revisión de menores, el mismo organismo que decretó que la niña había agredido a su madre y que por lo tanto, decretó una orden de alejamiento de la hija hacía la madre.

Rocío Carrasco desvela lo que más le ha dolido

Hoy también ha habido tiempo para que Carrasco se abriese en canal para narrar lo que más le dolió de todo lo que ocurrió con su hija. Esta ha admitido que lo que menos le dolió fue la agresión, un dolor mucho menor que el que le provocó que su hija interpusiese una denuncia en contra de ella, alegando que la había agredido cuando había sido justamente al revés.

La lectura entre líneas que se desprendía de todo esto era que Rocío Flores había caído en las redes de su padre y que ya no respondía a razones sobre todo aquello que no fuese ordenado por su padre. Carrasco intentó por todos los medios que su hija no fuese perjudicada por la trama que ella con su padre habían urdido, pero la existencia de la agresión y el curso legal que abrió la hija contra la madre hizo inevitable que se abriese un gran melón y que incluso llegó a los platós de televisión.