Carlota Corredera ha experimentado un profundo cambio físico en los últimos años y, como evidencia de ello, lo ha mostrado en sus apariciones televisivas. A pesar de lo duro que ha resultado para ella el estricto proceso, la presentadora siempre se ha mostrado muy positiva y realista con su situación, haciendo partícipe a la audiencia de varios programas de ‘Telecinco’ en los que ha aparecido.
Carlota es un ejemplo claro de que la perseverancia y la disciplina son imprescindibles y que los cambios son posibles si existe una verdadera responsabilidad. Aunque la transformación ha sido progresiva y muy espectacular durante los últimos cuatro años, sus problemas con el peso aparecían ya en su infancia.
La gallega, nunca ha tenido ningún problema en hablar sobre el tema y contar sus impresiones. Y así lo ha vuelto a hacer para la revista ‘Semana’ en la presentación del libro ‘¿Por qué engordamos?’ de la doctora Dolores Saavedra, la endocrina que le ayudó a perder 60 kilos de una forma saludable y efectiva.
Carlota dice sentirse «en deuda» con Dolores Saavedra y, por ese motivo, ha sido la encargada de presentarlo y escribir el prólogo. «Creo que el libro es un acto de generosidad por su parte, porque es una persona muy sabia, una doctora muy empática con las personas que, como en mi caso, estamos luchando siempre con la cinta métrica y la báscula», ha dicho la presentadora.
«Nunca he tenido ningún trauma»
La presentadora, que dice de su hija que ha sido una motivación muy importante para emprender el camino hacia la pérdida de peso, ha asegurado que «el proceso es una carrera de fondo y para siempre».
Carlota también ha rememorado su infancia cuando le han preguntado si alguna vez se ha sentido molesta cuando la han llamado «gorda». Esta ha dicho que se trata de «una palabra que según como se diga sirve para describir a una persona o para insultarla».
Además, la gallega, que se define a sí misma como una «persona gorda» ha dicho: «Siempre he tenido problemas de peso, pero no he tenido ningún trauma porque me lo llamaran en el colegio. Tengo recuerdos tristes con la comida porque siempre he estado a dieta, pero no porque me insultase nadie».
Carlota Corredera parece atravesar un momento feliz y, a pesar de reconocer que le cuesta resistirse a algún que otro capricho y que ha ganado kilos en los últimos meses, tiene una opinión muy clara y definida sobre sí misma: «Yo tengo un metabolismo y una genética que me impiden dejarme, pero ya no es una cuestión de talla». Asimismo, ha dicho: «Lo importante es no vivir los hábitos como un drama. Cuidarme, en mi caso personal, es imprescindible. Pero no quiero tampoco estar perfecta. Mi vida no es tener la perfección, es tener salud».