La Policía de Guatemala sigue investigando la muerte de Pau Zaragoza Ripoll, un maestro español de 34 años. El joven, vecino de Sant Mateu (Castellón), fue hallado desnudo y colgado de un árbol en una aldea rural al sur de Guatemala. El informe policial ofrece una primera hipótesis de manera provisional.
Pau había pedido una excedencia en su trabajo como profesor de educación física para viajar por Centroamérica. En octubre empezó un periplo que llevó hasta Guatemala, donde fue hallado muerto la mañana del lunes 7 de marzo. Estaba desnudo, colgado de un árbol y con sangre en los brazos y en las piernas.
El hallazgo causó una gran conmoción en la aldea de Las Canoas de San Andrés, que no están acostumbrados a este tipo de sucesos. También en Sant Mateu, la localidad castellonense donde sus allegados esperan ahora su repatriación. Mientras, la policía del país trabaja ya con una sólida teoría.
Fue un suicidio, no un crimen
La Fiscalía de Delitos contra Turistas Extranjeros de Guatemala está investigando la muerte del turista español Pau Zaragoza. Según ha desvelado El Mundo, la principal hipótesis es que fue un suicidio y no un asesinato. Sin embargo, la investigación se encuentra aún en un estadio muy inicial.
Están a la espera de los resultados preliminares de la autopsia, que certificará la causa exacta de la muerte de la víctima. Sin embargo, en una primera observación la policía no observó señales de violencia externa. Según el informe policial, la causa de la muerte sería la asfixia por suspensión (ahorcamiento).
Además, presentaba una herida cortante tanto en la muñeca izquierda como en la derecha. Esos cortes serían la explicación de la sangre que encontraron en brazos y piernas. Pero no hay rastro de otros cortes o golpes en el resto del cuerpo, por lo que en un principio descartan la hipótesis del crimen.
Tenía problemas mentales
El cuerpo estaba desnudo, pero a su lado encontraron una mariconera con su pasaporte, cuatro billetes de 500 pesos mexicanos y un billete de 50 dólares americanos. También había dos aretes de metal y un fragmento de lazo de nylon. La muerte se habría producido pocas horas antes del hallazgo.
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Los vecinos de la zona han explicado que la víctima padecía problemas mentales y que lo veían deambular constantemente por la carretera. La tarde del día anterior escucharon ladrar a los perros por la presencia de una persona ajena a la comunidad. A la mañana siguiente una vecina halló el cuerpo.
La mujer salió de su casa para utilizar los baños comunitarios cuando percibió la presencia de un cadáver en un árbol de aguacate. Tras dar el aviso a los líderes de la comunidad, avisaron a las autoridades. Policía y Ministerio Fiscal se desplazaron hasta el lugar para iniciar las actuaciones.
No hay machetazos ni golpes
La División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) sacó fotografías del cadáver y efectuó una primera observación. Las conclusiones constan en el informe policial, según el cual no existen indicios de criminalidad. En base a esto, la fiscalía ha establecido que “una hipótesis de la investigación es que fue un suicidio”.
Sin embargo, matiza que “no se descartan otras hipótesis, por lo que la investigación sigue en marcha”. El cuerpo fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Sololá para realizarle la autopsia. Ahora se encuentra en la morgue de dicho instituto, a la espera de ser repatriado a España.
La autopsia ayudará a determinar si la muerte fue un suicidio, como cree la policía, o si hubo la participación de terceras personas. Los cortes en las muñecas indicarían una acción suicida, y no se aprecian machetazos ni golpes. Además, los testigos revelan los problemas psicológicos que padecía la víctima.
Había pedido una excedencia
Pau Zaragoza Ripoll era profesor de educación física en el Colegio Rural La Bardissa en Rossell y La Pobla de Benifarrà, en la comarca de Castellón. Era un profesor muy conocido en los colegios rurales de la comarca del Baix Maestrat. En verano pidió una excedencia de un año para viajar por Centroamérica.
Hacía cinco meses que había emprendido una ruta como mochilero por Guatemala. Apareció muerto en una aldea rural perteneciente al municipio de San Andrés de Semetabaj en Sololá. Se trata de un pacífico poblado en el sur del país, a 300 kilómetros de la capital, con bajo indicio de criminalidad.
El Consulado de España está en contacto con los familiares del joven fallecido, realizando las gestiones para la repatriación del cuerpo. Su prioridad es apoyar a la familia en este duro momento, y traer de vuelta el cadáver lo más pronto posible. En los próximos días llegará a su tierra para ser enterrado.