Montaje con fotos del fallecido y el asesino

Julián, el asesino de Grindr en España al que pillaron por cometer varios errores

Dejó sus huellas en la escena del crimen y aparecía en las cámaras de seguridad a cara descubierta

Los destinos de Julián Ovejero, argentino de 24 años, y de Najuzaith Díaz, puertorriqueño de 35 años, se cruzaron de forma trágica en Carabanchel, Madrid. Fue la noche del 22 de febrero de 2018, durante un encuentro sexual concertado a través de Grindr. Julián mató a Najuzaith y emprendió una huida que ahora finaliza.

Julián Ovejero cayó en manos de la policía en septiembre del año pasado, después de tres años huido. El jueves fue extraditado desde Argentina a España, y el juzgado de instrucción número 33 de Madrid ha decretado prisión provisional sin fianza. 

El asesino del Grindr está acusado de un delito de homicidio y será juzgado por un jurado popular en la Audiencia Nacional. Finaliza así la persecución a uno de los asesinos más buscados de España en los últimos años. Su caída se produjo, no obstante, después de una sucesión de errores y descuidos del propio asesino.  

El crimen del Grindr

Julián tenía 24 años y estudiaba interpretación en Madrid cuando conoció a su víctima a través de Grindr, una popular red social para homosexuales. Al otro lado de la pantalla estaba Najuzaith, un ingeniero informático que había emigrado en busca de una vida mejor. Llevaba cuatro años en España cuando se cruzó con la muerte.

Najuzaith Zahell Díaz y Julián, el asesino del Grindr
Víctima y verdugo del crimen del Grindr en España | La Noticia Digital

Julián y Najuzaith se conocieron en la aplicación y concertaron una cita sexual en casa de la víctima, en Carabanchel. Un amigo suyo encontró su cadáver cosido a puñaladas (más de 40) el 24 de febrero, dos días después de la cita. Estaba desnudo en la cama con heridas por todo el cuerpo y un tajo en el cuello. 

Tras cometer el crimen, el asesino emprendió una huida hasta la localidad argentina de La Bombilla, de donde era natural. Allí empezó una nueva vida sin cambiar de aspecto ni borrar su perfil en las redes. La Policía Nacional no tardó en dar con su identidad e inició la caza con el apoyo de la Interpol.

Cómo lograron identificarle

El asesino abandonó la escena llevándose el móvil de la víctima y deshaciéndose de él. No contaba con que la Policía Nacional conseguiría acceder tanto al ordenador como al móvil del trabajo. En ellos había imágenes de los chicos con los que quedaba a través de Grindr, entre ellos Julián.

No descubrieron que Julián era el asesino hasta que compararon esas fotos con las imágenes de las cámaras de seguridad. En ellas se veía a un joven saliendo del edificio justo después del crimen, y sus rasgos se parecían sospechosamente a uno de los ligues. Así fue como desvelaron su identidad.

Pero lo que tenían hasta entonces eran solo indicios y necesitaban una prueba definitiva que situara al asesino en el lugar del crimen. La oportunidad llegó con la obtención de una huella en el escenario del crimen, que cotejaron con el perfil genético del sospechoso. La coincidencia era plena, y todas las dudas se desvanecieron.

Un asesino muy descuidado

No había lugar a dudas, Julián Ovejero era el asesino de Najuzaith Díaz y podían iniciar su persecución. El argentino había abandonado España el día 24 rumbo a Lima, Perú, desde donde viajó a su tierra. Contactaron con la Interpol y la policía argentina para estrechar el cerco sobre el asesino en su localidad natal. 

Foto de la detención
Julián Ovejero, el asesino del Grindr, cuando fue detenido | Cedida
El asesino del Grindr dejó sus huellas en el lugar del crimen, aparecía a cara descubierta en las cámaras de seguridad, y ni siquiera borró su perfil en la red social. Todos estos errores lograron dar con su paradero. Cuando lo detuvieron hacía vida normal en su pueblo, pensando que quizás se habrían olvidado de él.

El presunto asesino ya está en manos de la justicia y todo está a punto para que arranque el juicio por el crimen del Grindr. Los allegados de la víctima llevan esperando tres años para que se haga justicia y obtener un poco de paz. Entre otras incógnitas tendrá que esclarecerse el motivo del brutal asesinato.

Huyó de su país en busca de libertad

Najuzaith Zahell se llamaba en realidad Juan Manuel Díaz Santos, pero se cambió el nombre al llegar a España. En su país había sufrido distintos robos y decidió emigrar para encontrar algo más de libertad y tranquilidad. Llegó a Madrid cuatro años antes de morir asesinado a puñaladas.

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Había estudiado Ingeniero Informático y había completado sus estudios con un master. Era un joven culto que dominaba el español y el inglés y que se consideraba a sí mismo un artista. Era aficionado al arte, a la tecnología, y tenía vastos conocimientos en programación, modelados y animación en 3D.