Fotograma de las imágenes donde Tomás Gimeno entrevista a otra joven

La jueza aclara qué ponía en la carta de despedida de Tomás Gimeno a su novia

Confirma que la carta no hacía mención específica a las menores y que la pareja de Tomás no podía saber lo que tenía planeado

Nuevo giro en la investigación de la desaparición de Tomás Gimeno y el asesinato de sus dos hijas, Anna y Olivia. Esta vez, las novedades llegan de parte de la actual novia de Tomás y directora del centro donde la hija mayor estudiaba alemán. 

En los últimos días, el foco se había puesto sobre la directora porque recibió una carta de despedida de Gimeno. En ella, según algunas informaciones publicadas, Tomás contaba sus planes de desaparecer junto a las niñas. Por ese motivo, se investigaba si la directora cometió algún delito por no informar a las autoridades.

Ahora, la jueza que investiga el caso ha determinado que la directora no podía intuir los planes que tendría el padre para sus hijas. 

El día de su desaparición, Tomás dejó a Olivia en clases de alemán sobre las cinco de la tarde. En ese instante, visitó a la directora del centro y su actual pareja y le dejó una carta. Le pidió que no la abriera bajo ningún caso y que le llamase esa noche a las 23:00 horas. 

A la mujer le pudo más la curiosidad y decidió abrir el sobre antes, sobre las 17:20 horas, según el auto judicial. Dentro se encontró 6.200 euros y una carta en la que Tomás se despedía de ella. 

Según las informaciones publicadas anteriormente, Tomás hacía mención a sus planes de llevarse a las niñas y no volver. Pero ahora la jueza ha determinado que en ese texto no se hizo «alusión alguna a las menores».

Por eso, la directora del centro y su actual pareja no podía saber ni intuir cuáles eran sus planes reales. Y en ese sentido, no tenía ninguna obligación ni deber de llamar a las autoridades. Según se entiende, ella solo sabía que Tomás iba a irse del país, así que desconocía que estuviese planeando nada ilegal.

La jueza de instrucción de Güimar, que ha derivado el caso a un juzgado de violencia machista, relata lo ocurrido el 27 de abril. El día de la desaparición de Tomás, según el auto judicial, el padre mató a sus hijas y luego las arrojó al mar. 

Todavía no ha aparecido el cuerpo de Anna ni el de Tomás, pero la investigación da por hecho que la pequeña está muerta. El auto califica el caso como «presuntamente constitutivo de sendos delitos de asesinato». Además, añade un delito «contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género», en este caso hacia Beatriz Zimmerman. 

La Fiscalía se ha mostrado favorable a que el caso se traslade al juzgado de violencia de género de Santa Cruz de Tenerife. También fue en esa partida judicial donde la madre denunció la sustracción de sus hijas menores.

Los investigadores siguen buscando los cuerpos

Parece poco probable que el caso pueda dar muchos más avances si no aparecen los cuerpos de Anna y Tomás. La jueza da por hecho que la menor de un año también murió a manos de su padre. Aun así, hay más dudas sobre qué pudo pasar con el padre. 

La hipótesis más aceptada es que se suicidó después de deshacerse de las niñas, pero pudo haberlo hecho bastante más lejos de allí. Esto dificultaría encontrar su cuerpo, porque el área de búsqueda se ampliaría demasiado y el buque dejará la zona el jueves.

Aun así, los investigadores siguen teniendo esperanzas en que puedan aparecer los cuerpos y se esclarezcan todas las circunstancias del caso. De no ser así, el caso no podrá darse por cerrado y podría alargarse la agonía de Beatriz durante 20 años. 

Ya hay una orden internacional de detención contra Tomás Gimeno por dos delitos de asesinato por si logró huir tras el crimen. De momento es una teoría menos extendida, pero si el cuerpo no aparece, la posibilidad seguirá ahí. 

La intención es evitar que Beatriz se tenga que pasar el resto de su vida preguntándose si Anna realmente está muerta. Al ser la más pequeña, Tomás podría haber fingido su muerte y llevársela lejos.