Montaje con foto de policía

Juana, la mujer hallada muerta junto a su hijo Juan Miguel: ya saben qué pasó

El hombre de 34 años entró en parada cardiorrespiratoria después de haber matado a su madre

Almería ha sido el escenario de un nuevo episodio de violencia doméstica con final trágico. Juana, una mujer de 68 años, apareció muerta en su domicilio con signos de haber sufrido una muerte violenta. En el piso estaba también el hijo de la mujer asesinada, que murió de un ataque al corazón.

Los agentes de la Policía Nacional establecieron como primera hipótesis que Juan Miguel había asesinado a su madre y se había quitado la vida. Sin embargo, la muerte del hombre no estaba del todo clara. Finalmente se ha confirmado que sufrió un infarto antes de que llegara la policía.

Los hechos ocurrieron la madrugada del martes al miércoles en un céntrico barrio de la capital almeriense. La Policía Nacional sigue adelante con la investigación de este caso. Investigan los hechos como un homicidio en el ámbito de la violencia doméstica y una muerte por causas naturales.

El joven entró en parada

Los agentes de la Comisaría de Almería recibieron una llamada de alerta a las tres de la madrugada del miércoles. Unos vecinos aseguraban haber escuchado gritos y golpes en una vivienda del barrio de Almedina. Al llegar encontraron a una mujer de 68 años y de nacionalidad española muerta en el salón.

Agentes de Policía Nacional
La policía encontró al parricida en parada cardiorrespiratoria | Cedida

Se trata de Juana, una trabajadora de la limpieza del Hospital Provincial de Almería ya jubilada. La mujer presentaba signos de violencia, y según las primeras investigaciones murió por el impacto de un objeto contundente. En el inmueble había otra persona, un hombre de 34 años.

Se trata de Juan Miguel, también de nacionalidad española e hijo de la mujer asesinada. Todo parecía indicar que el joven había matado a su madre en el transcurso de la pelea que puso en alerta a los vecinos. Estando la policía presente, el presunto autor de los hechos entró en parada cardiorrespiratoria.

Habían estado allí horas antes

Los servicios sanitarios desplazados hasta el lugar del crimen intentaron estabilizar al joven. Sin embargo, a pesar de las labores de reanimación, solo pudieron confirmar su muerte. La policía abrió entonces una investigación para aclarar la muerte de la mujer y las causas del fallecimiento del hombre.

Inicialmente pensaron que Juan Miguel podría haberse provocado la muerte él mismo. Las primeras informaciones aparecidas en los medios informaban del asesinato de una mujer a manos de su hijo, y su posterior suicidio. Sin embargo, la investigación ha concluido que el parricida murió de un infarto.

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Los hechos ocurrieron en los bajos del número 12 de la calle Almedina, donde los agentes ya habían estado horas antes. Según informa Diario de Almería, la policía había estado en el inmueble para mediar en una pelea entre madre e hijo. Horas después se desencadenó la tragedia familiar.

Un joven con problemas

No era la primera vez ni la segunda que la Policía Nacional se presentaba en casa de Juana y Juan Miguel. La Comisaría Provincial de Almería ha informado que no existen denuncias previas por violencia doméstica contra el presunto asesino. Sin embargo, los vecinos afirman que las peleas eran continuas.

Según explican, Juan Miguel era camarero y había tenido problemas con el alcohol y el consumo de drogas. De hecho, incluso llegó a ingresar en un centro de desintoxicación del que salió tras la muerte de un amigo. Una vecina asegura haberle visto bebiendo en la ventana horas antes del suceso.

Imagen de una ambulancia abierta donde se aprecia el interior de ella
No pudieron hacer nada por salvar la vida de Juan Miguel | Canva

Juan Miguel vivía con su madre después de haberse separado de su mujer, con la que tenía una hija en común. Tras matar a su madre, y al escuchar a la policía y los porrazos en la puerta, sufrió un infarto y se desplomó. La muerte de Juana, muy querida por sus vecinos, ha causado un fuerte impacto.

A pesar de lo ocurrido describen a madre e hijo como “gente buenísima” que acarreaban muchos problemas. El ayuntamiento ha convocado un minuto de silencio para condenar los hechos y ha rechazado cualquier tipo de violencia. “No podemos normalizar este tipo de situaciones”, han expresado.