Cristiane Carvalho Giuimaraes, asesinada en Brasil en febrero de 2021

Escribe en Facebook que acabarán con ella y aparece sin vida poco después

El asesino publicó en el perfil de la joven la ubicación de su cadáver

La muerte es algo impredecible, la mayoría de las veces. Por eso quizá el caso de Cristiane estremece. La joven de tan solo 17 años predijo aparentemente su final y, además, dejó constancia de ello en redes, aunque se baraja también la posibilidad que su propio asesino publicara desde su perfil. Desgraciadamente, sus presagios se cumplían y Cristiane Carvalho Giuimaraes perdía la vida.

La joven brasileña fue asesinada por un grupo de narcotraficantes en el lugar donde residía. Antes, había escrito en Facebook lo que pasaría: «Vengo aquí para despedirme de todos. Moriré muy pronto». Pero por si no fuera suficientemente macabra la triste historia de la joven, sus asesinos compartieron en su perfil de Facebook, donde ella misma había anunciado su muerte, la ubicación donde se encontraba su cadáver, tras acabar con su vida.

Los horribles hechos tuvieron lugar concretamente el pasado 13 de febrero en la localidad de Itapiranga, en Amazonas (Brasil). Cristiane parecía estar segura de lo que ocurriría en la publicación de Facebook, como si los asesinos le hubieran relatado al detalle qué le harían. La joven les debía dinero, aseguraba, y al parecer sabía a la perfección el precio que pagaría por su deuda e incluso qué harían tras asesinarla. «Enviaran la ubicación para que se pueda encontrar mi cuerpo», detallaba. Son tales detalles los que hacen sospechar a la policía que a lo mejor no era Cristiane la que escribía, sino su propio asesino.

Asesinato bajo la firma de una banda criminal, pero podría ser una trampa, según la policía

Justamente el pasado 12 de febrero saltaban las alarmas en la localidad brasileña tras la desaparición de la joven de 17 años. Y solo un día después, sus supuestos asesinos compartían públicamente en el perfil de Facebook de la chica una publicación, confirmando que habían acabado con su vida y dando a conocer la ubicación exacta donde se encontraba el cuerpo sin vida de la víctima. El mensaje, además, aparecía firmado con unas iniciales, CV, que al parecer corresponden al nombre del grupo criminal que supuestamente habría puesto fin a la vida de Cristiane: Comando Vermelho.

La policía, efectivamente, encontraba el cadáver de la joven en el lugar indicado en Facebook. Se confirmaba así la horrible predicción de Cristiane, que había asegurado en la red social que la dispararían. Por ahora, no ha trascendido la causa de la muerte ni se sabe con exactitud cómo acabaron con su vida.

El caso está ahora en manos de las autoridades, que investigan los hechos y tratan de descubrir al autor o autores del macabro crimen. De hecho, trabajan con la hipótesis de que la firma a nombre de Comando Vermelho sea solo una tapadera del verdadero o verdaderos asesinos, que podrían haber querido atribuir a la banda el asesinato para cubrirse las espaldas.

De hecho, en la misma línea de investigación, se estudia si las primeras publicaciones en Facebook, donde la joven predecía su muerte, podrían haber sido publicadas también por el autor de su muerte, como la publicación final con la ubicación del cadáver, según avanza 'The Sun'. Además, la policía investiga también una posible relación del crimen de Cristiane con dos asesinatos cometidos posteriormente, en concreto el 17 de febrero. Las víctimas, halladas sin vida en un entorno rural, son, según el medio citado, Lorival Fonseca Moraes i Antonio Monteiro dos Santos, hermano y cuñado de uno de los sospechosos que Cristiane nombraba como uno de sus asesinos en su predicción.

Habrá que esperar para aclarar si el asesinato de Cristiane es realmente un ajuste de cuentas por una deuda relacionada con la droga, o si por el contrario se trata de un feminicidio, posibilidad que barajan también las autoridades al cargo de la investigación. Sea como fuere, el caso de Cristiane, además de provocar enorme tristeza por tratarse de una pérdida tan joven, pone también la piel de gallina por el modus operandi del crimen y su supuesta predicción.