Policía Local

Sigue el misterio sobre la muerte de Isabel, la mujer que apareció degollada en Xàtiva

La joven rumana de 36 años apareció muerta en su casa el 11 de junio | La policía habría confirmado la coartada de su actual pareja

Sigue el misterio sobre la muerte de Isabel Elena Raducanu, la joven que apareció degollada y con un golpe en la cabeza en su casa de Xàtiva el pasado 11 de junio. La policía trabaja para encontrar el autor del asesinato de esta rumana de 36 años que estaba embarazada de 6 meses. Una sorprendente información podría ser la principal pista para resolver el crimen: Isabel ejercía la prostitución pese a su avanzado estado de gestación.  

Así lo habría admitido a los investigadores la actual pareja de víctima, según recogía 'El Español'. Los testimonios de los propios vecinos podrían dar fuerza a esta hecho. «Entraban hombre en el bloque que no viven aquí», decía una vecina que asegura no opinar si Isabel era prostituta «porqué estaría especulando». 

Integrada pero poco conocida en el pueblo 

Pese a que solo llevaba viviendo en su actual piso, del número 3 de la calle Francisco Gozálbez, poco más de un año, lo cierto es que era una vecina más de este pueblo de la Comunidad Valenciana. Madre también de una niña de 6 años, un trabajador de un bar del pueblo explicaba que «tomaba café, a veces sola y a veces con la niña». «Muy amable y muy educada», este hombre reconocía que cuando pedía lo hacía «en valenciano». 

Otro camarero confirmaba que llevaba 5 o 6 años por la zona de Valencia, ya que había coincidido con ella trabajando en un salón de convenciones «hace ya algún tiempo». Aun así, no era muy conocida entre sus compatriotas. Iván y Gabriela, una pareja de Cluj-Napoca que lleva 7 años en Xàtiva, explicaban que «no la habíamos visto nunca». 

Descartado que sea un crimen machista 

Las primeras sospechas sobre la autoría del asesinato  recayeron sobre el padre de la que iba a ser su segunda hija.  Este de 32 años y natural de Alberich es conocido por trabajar en un almacén agrícola de la zona.

Él fue quién encontró el cadáver y quien alertó a la policía. Su sólida coartada, venía de trabajar cuando abrió la puerta de su piso, llevaron a los agentes a descartarlo desde el principio. Además fue él quién explicó a que se dedicaba Isabel Elena y se ha mostrado colaborador, pese a su terrible pérdida.   

Investigan una discusión en el piso

La policía también ve poco probable que hubiera una motivación económica en el asesinato. Nada estaba removido, no echaron de menos ningún objeto de valor y la puerta no estaba forzada. Los esfuerzos se centran en encontrar un hombre que podría haber discutido con ella minutos antes de la muerte.

Una vecina admite haber escuchado gritos ese día en la vivienda antes de las tres de la tarde. «Estaba discutiendo en su idioma», explica destacando el fuerte de tono de voz utilizado y que «yo creo que los gritos los pegaba en rumano».   Los chillidos eran tan fuertes que fueron escuchados por los alumnos del colegio Gozálbez Vera, situado enfrente del edificio, que lo atribuyeron a gente «que viene a beber y fumar porros» en un parque cercano.