La Guardia Civil ha detenido a una mujer de 32 años en Bigastro (Alicante) por la muerte de su hijo de dos años. La arrestada, de nacionalidad albanesa, está acusada de haber matado presuntamente a su bebé. Las autoridades están llevando a cabo las diligencias oportunas para esclarecer lo ocurrido.
El caso salió a la luz el sábado, cuando el niño fue atendido en su domicilio con varias fracturas. La madre ofreció una versión poco creíble, ya que aseguraba que el niño se había golpeado accidentalmente con una mesa. Sin embargo presentaba diversos hematomas en la cabeza, y acabó muriendo.
Las sospechas recayeron inmediatamente en la progenitora del menor fallecido y quedó detenida. Las autoridades activaron el protocolo en este tipo de casos y realizaron una revisión médica al otro hijo de la mujer. El menor, mellizo del fallecido, también presentaba síntomas de malos tratos.
Así se destapó el caso de malos tratos
Los agentes de la Guardia Civil procedieron a la detención de esta mujer albanesa de 32 años el pasado lunes. Según fuentes de la investigación, la acusan de haber matado presuntamente a su hijo de dos años. Su otro hijo fue trasladado al Hospital General de Alicante por orden judicial.
En el centro médico confirmaron que el menor presentaba signos de lesiones anteriores. La mujer intentó suicidarse y fue ingresada en la planta de Psiquiatría del Hospital de la Vega Baja. Después de recibir el alta hospitalaria fue detenida por los agentes de la Guardia Civil, acusada de matar a su hijo.
La madre vivía con sus hijos en una vivienda del centro urbano de la localidad alicantina de Bigastro. El 112 recibió el pasado sábado la llamada de esta madre, que aseguraba que su hijo estaba echando espuma por la boca. La mujer estaba alarmada porque, al parecer, el pequeño no podía respirar.
La versión de la madre no cuadraba
En la llamada de emergencia, la mujer explicó que el menor se había golpeado de manera accidental mientras jugaba. Los agentes de la Policía Local se desplazaron hasta el lugar y observaron que el niño estaba inconsciente. Realizaron las primeras maniobras de reanimación, sin éxito.
Cuando llegaron los efectivos sanitarios sólo pudieron confirmar la muerte del menor. Pero la versión de la madre no cuadraba con los hematomas de la cabeza y otras lesiones compatibles con malos tratos previos. Ante las sospechas, requirieron la presencia de la Guardia Civil.
El menor fue trasladado al hospital, donde le realizaron un TAC y varias radiografías. Al conocerse los resultados se confirmaron las peores sospechas, y los agentes detuvieron a la presunta maltratadora. El niño presentaba síntomas de muerte violenta por golpes, además de fracturas anteriores.
Sola con los niños y viviendo de una ayuda
La autopsia practicada ayer sobre el cuerpo del menor confirma los indicios de maltrato sobre la víctima. Los agentes informaron del caso a los servicios sociales del ayuntamiento de Bigastro, como establece el protocolo. La madre estaba sola al cargo de dos mellizos y una niña de 8 años.
Según han informado los servicios sociales, la mujer no disponía de recursos propios y recibía una ayuda económica. Según todas las pruebas realizadas, parece evidente que golpeaba a sus hijos con frecuencia. El supuesto golpe accidental en la cabeza del menor fallecido fue presuntamente provocado por ella.
La mujer está ahora en manos de la autoridad judicial, que tendrá que decidir qué hacer con ella en base al examen psiquiátrico. Los menores quedarán al cargo de los servicios sociales. La Comunidad Valenciana sigue liderando las muertes violentas de menores a manos de sus padres.
El caso que marcó un precedente
El caso que marcó un antes y un después ocurrió en Elche (Alicante) el 18 de septiembre de 2018. Cristina y su nueva pareja Antonio fueron detenidos por la muerte del hijo de ella, un bebé de dos años. El niño fue llevado al hospital con evidentes signos de maltrato, y acabó muriendo.
La pareja vivía en una espiral de drogas y abandono donde el niño se había convertido en una molestia. La noche de los hechos no paraba de llorar, y Antonio perdió los nervios. Lo zarandeó con violencia por el brazo, le dio un puñetazo en la cabeza y la estampó contra la pared.
El niño aún vivía, pero el hombre y la mujer le agarraron por el cuello con fuerza hasta asfixiarlo. Fueron procesados y condenados a 23 años cada uno por asesinato y malos tratos. A raíz del caso, el Tribunal Supremo ha establecido que este tipo de sucesos serán condenados con la prisión permanente revisable.