David P., víctima de un crimen homófobo en Bégica

David, el joven hallado sin vida tras tener una cita con una aplicación para ligar

Tras un perfil falso en Grindr se escondían tres adolescentes de 16 y 17 años que le dieron una paliza mortal

David tenía 42 años y era usuario de Grindr, una aplicación para ligar muy conocida entre la comunidad homosexual. El joven concertó una cita con una persona que había estado conociendo a través de la app, pero en vez de un hombre se presentaron tres menores de entre 16 y 17 años que acabaron con su vida.  

El suceso ha tenido lugar en Beveren, Bélgica, y ha causado una gran consternación en todo el país. Ha reaccionado incluso el primer ministro del país, Alexander de Croo, a través de redes sociales: «No hay lugar para el odio. La justicia debe hacer su trabajo, pero una cosa está clara, no toleraremos nunca esta violencia».

El primer ministro ha acompañado su mensaje con una bandera arco iris, símbolo de la comunidad LGTBI. Grindr es una aplicación para ligar muy conocida con gente homosexual, transexual, bisexual y queer. Según las primeras informaciones que ofrece la fiscalía, David fue víctima de una encerrona con motivaciones de odio.

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David conoció a una persona a través de la aplicación, pero al parecer se trataba de un perfil falso. Detrás estaban tres menores de edad. La víctima concertó una cita, pero al acudir al encuentro fue «brutalmente asesinado». Su cuerpo apareció en un parque sin vida y con signos de violencia. La policía ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido.

El parque donde fue encontrado muerto David era el mismo en el que había quedado con su ligue de Grindr. La principal hipótesis es que los tres adolescentes engañaron a David para citarse en el bosque y atacarle. Los primeros indicios apuntan a que fue brutalmente atacado por, al menos, tres personas.

Los presuntos autores materiales del crimen se entregaron voluntariamente a la policía y, tras prestar declaración ante el juez, fueron acusados por homicidio. Según contaron en su primera versión, querían asustar al joven pero no acabar con su vida, y la agresión se les fue de las manos. Ahora falta por establecer en qué grado actuó cada uno, pero a la pena de homicidio se le sumará seguramente un agravante de odio y homofobia. 

Segundo crimen de estas características

El crimen ha despertado una oleada de indignación entre el país. Bélgica es un país muy sensibilizado con la comunidad LGTBI y con una fuerte presencia de este colectivo. Las autoridades del país y las organizaciones por los derechos humanos y de los homosexuales han expresado su consternación ante este nuevo delito de odio.

No es la primera vez que sucede algo así en Bélgica. En 2012, en la localidad belga de Lieja, desapareció Ihsane Jarfi, un joven de 32 años que había sido asaltado a la salida de un local de ambiente llamado Open Bar. Su cuerpo sin vida fue localizado dos semanas después en medio de un campo. Le habían dado una paliza hasta provocarle la muerte.

Según explicó uno de los cuatro arrestados, primero lo golpearon en el coche «para darle una lección». Luego lo desnudaron «para reírse de él» y le dieron una paliza. Abandonaron su cuerpo desnudo y ensangrentado, y huyeron tras robarle el móvil y el dinero. Según los forenses, tenía 17 fracturas en las costillas y estuvo agonizando entre 4 y 6 horas.

Rechazo a este tipo de ataques

Lozano Lafertin, coordinador de la asociación LGTBI Çavaria, ha afirmado tras este nuevo suceso que «toda nuestra comunidad está siendo atacada». Ha mostrado sus condolencias a la familia y amigos de la víctima, y ha pedido apoyo para ellos.

La ministra de Asuntos Exteriores, Sophie Wilmès, también ha mostrado su rechazo al crimen: «En Bélgica, a pesar de los avances en este ámbito, nuestra identidad de género o nuestra orientación sexual pueden conducir a la violencia o incluso la muerte. Y esto es completamente inaceptable. Mi pensamiento está con la familia y los seres queridos».

Otra miembro del Gobierno, la ministra del Interior, Annelies Verlinden, ha afirmado que «en una sociedad adulta no hay lugar para la violencia homofóbica. Los hechos de Beveren son totalmente inaceptables».

El crimen de David encaja perfectamente con una serie de ataques que se pusieron de moda hace unos años, y que llegaron incluso a España con el nombre de «pilla-pilla». Se trata de actos de odio contra los homosexuales consistente en quedar con ellos a través de perfiles falsos en aplicaciones para ligar y someterlos a vejaciones y agresiones.