Montaje con las caras de los periodistas españoles asesinados en Burkina Faso, David Beriáin y Roberto Fraile

David Beriáin perdió la vida por no dejar solo a su compañero Roberto

Los militares aconsejaron al periodista navarro huir, pero este se negó a abandonar a su cámara malherido

David Beriáin y Roberlo Fraile murieron juntos haciendo lo que más les gustaba: meterse en los lugares donde nadie quiere ir para contar las historias que no aparecen en ningún otro sitio. En uno de esos lugares, Burkina Faso, el pasado 27 de abril encontraron la muerte al ser asaltados por un grupo de terroristas de Al Qaeda.

El diario El País revela ahora las circunstancias en las que murieron el periodista y el cámara. Según la investigación, los terroristas asaltaron el convoy en el que viajaban e hirieron de gravedad a Roberto. Los militares que viajaban con ellos aconsejaron a David que huyera, ya que los atacantes eran más numerosos. Pero el periodista, en un acto de lealtad sin límites, se negó a abandonar a su amigo malherido.

Él y Rory Young, el ecologista irlandés con el que grababan un documental sobre la caza furtiva en el país africano, se quedaron junto a Roberto. Cuando los militares volvieron a la mañana siguiente, encontraron a los tres hombres muertos con signos de haber sido ejecutados. La información que ahora trasciende ofrece una nueva dimensión del sentido de la profesión y la amistad que tenía el periodista navarro David Beriáin.

En el momento del ataque, los periodistas españoles se dirigían a una zona al sudeste del país llamada Pana. Allí se encuentra el parque nacional de Arli, una zona donde campan a sus anchas todo tipo de cazadores furtivos, delincuentes y terroristas. Era un reto más para unos profesionales que habían estado en los lugares más temibles del planeta, desde el territorio de los narcos en México, Colombia y Albania, hasta los bajos fondos de la mafia siciliana o los escondites de los talibanes en Afganistán.

El convoy en el que iban David, Roberto y Rory, estaba protegido por un contingente del ejército burkinés. Doce soldados motorizados y dos furgonetas todoterreno protegían al equipo, cuyos integrantes viajaban en una de ellas. Con los periodistas iba un cooperante suizo que, tras lograr escapar de la emboscada, pudo ofrecer información muy valiosa para reconstruir los últimos momentos de David y Roberto.

Nuevos datos gracias al testigo suizo

Los militares que escoltaban a los periodistas relatan como a primera hora de la mañana del 27 de abril se toparon con un campamento en el que lucía la bandera negra de Al Qaeda. En un primer momento consiguieron zafarse del ataque, pero según el testimonio del suizo, recibieron un segundo asalto desde tres lados distintos con ametralladoras rusas PKMS.

Los soldados burkineses estuvieron tres horas defendiendo su posición, hasta que empezaron a quedarse sin munición y tomaron la decisión de retirarse. En un primer momento, algunos militares afirmaron haber perdido el rastro de los occidentales al adentrarse en el bosque. Pero según este nuevo testimonio, David y Rory decidieron quedarse con Roberto, que había sido herido en los primeros compases del asalto.

Así, los militares se batieron en retirada como única opción para salir con vida de aquel infierno. Recomendaron hacer lo mismo a David y Rory, que sin embargo tomaron la firme decisión de quedarse con Roberto y asumir las consecuencias. Lo que pasó después no se sabe con exactitud, aunque por la situación de los cuerpos se cree que los tres fueron capturados por los terroristas y ejecutados. 

No ha habido detenciones

La duda que les queda a los investigadores es por qué los terroristas decidieron matarles y no pedir un rescate, como suele ser habitual. Probablemente temían que el Ejército volviera con más efectivos, y llevar a un herido a cuestas hubiera supuesto un hándicap para ellos, así que decidieron ejecutar a los tres. Queda por saber si fueron asesinados allí mismo, o en una zona más alejada. 

El inesperado ataque logró batir a la unidad de élite en la que viajaban los periodistas españoles, y que había sido creada hacía apenas unos meses para luchar contra los cazadores furtivos en los parques nacionales. El programa Famek, financiado por la Unión Europea, se encarga de formar a los guardabosques y soldados de infantería del ejército burkinés para proteger los espacios naturales. A fecha de hoy no ha habido detenciones por el asesinato de David Beriáin, Roberto Fraile y Rory Young.