Fotos de las víctimas con Cash Record de fondo

Justicia para Esteban y Elena: Un crimen en España, a punto de cerrarse 27 años después

La jueza ha decidido procesar al principal sospechoso por el asesinato de Esteban y Elena el 30 de abril de 1994

Esteban y Elena, reponedor y cajera del Cash Récord de O Ceao (Lugo), fueron asesinados el 30 de abril de 1994. La Audiencia Provincial ha procesado por fin al único investigado. Es el primer paso para cerrar el caso, 27 años después.

El doble crimen de Esteban Carballedo y Elena López es el más antiguo que sigue abierto en España. Tras casi tres décadas de espera, sus familiares podrían ver por fin al culpable entre rejas. El auto de procesamiento confirma que el único investigado es M. J. V. C.

Durante todos estos años, el caso se ha abierto y cerrado varias veces. En 2003 se acordó intervenir los teléfonos del sospechoso. Y una resolución impidió que el caso prescribiera al cabo de 20 años, como suele suceder en la gran mayoría de los asesinatos.

Hace unos días, la Audiencia Provincial de Lugo ha emitido un auto que determina que el único investigado podría ser culpable de asesinato, robo por violencia y tenencia de armas. Es el principio de un proceso judicial que tendrá que resolver, por fin, el crimen de O Ceao.

Crimen del Cash Récord: qué sucedió

El 30 de abril de 1994, un atracador entró a punta de pistola en un establecimiento en el polígono de O Ceao, a las afueras de Lugo. Mató a Esteban, reponedor de 26 años, y a Elena, cajera de 32 y madre de dos hijos. Se llevó 15 millones de pesetas (90.000 euros).

Al término de la jornada, Isabel fue a buscar a su hermana al trabajo como hacía habitualmente. El local estaba cerrado, con las luces encendidas, y su hermana no salía. En el lugar reinaba una inquietante tranquilidad, y la mujer fue en busca de ayuda.

Con su padre y su marido entraron en el local, y encontraron a los dos jóvenes sin vida. Esteban apareció muerto, en el suelo, junto al televisor, y Elena estaba junto a la caja. Los dos tenían un tiro en la cabeza y fueron ejecutados con un disparo a bocajarro. El arma del crimen nunca apareció, y durante un tiempo no hubo ni rastro del sospechoso.

En 1996, una redada por tráfico de drogas en el bar de M. J. V. C. puso a esta persona bajo el foco de los investigadores. Un trabajador suyo le delató. Contó a la policía que hacía tiempo le había ofrecido participar en el robo del Cash Record.

Él era un cliente habitual que solía ir a ese establecimiento a comprar. La policía empezó a armar una teoría sobre el robo con doble crimen, y todas las pruebas apuntaban a él. Pero la investigación se ha ido enquistando y solo el empeño de las familias ha conseguido mantenerlo abierto.

Una luz de esperanza 27 años después

Las familias de Esteban y Elena respiran ahora aliviadas: «Nunca habíamos estado tan cerca. Es una esperanza tras 27 años de lucha». Llevan décadas pidiendo la imputación del único investigado, y ahora celebran que por fin se haya hecho.

Según fuentes de la investigación, el nuevo auto no implica que se acabe sentando en el banco de los acusados ni que haya un juicio. La Audiencia Provincial tendrá que decidir el futuro judicial del caso, y Fiscalía y defensa podrían recurrir la decisión.

Con la incertidumbre aún planeando sobre el caso, la familia de Elena lo ve como un punto de inflexión. «En 27 años de proceso nunca se había llegado a un punto tan avanzado, es un gran paso adelante», asegura su abogado.

La decisión de la jueza, Carmen López, ha sido fundamental para desbloquear el asunto. «Ha sido ella quien ha dictaminado que se procese al que ha sido el único sospechoso real durante todos estos años», ha afirmado el letrado.

El sospechoso fue interrogado en 1997 pero en un sentido muy diferente a como se hará ahora. Después de todos estos años, tendrá que declarar por primera vez como presunto culpable de los hechos. La jueza ve indicios suficientes para procesar al sospechoso.

La lucha de las familias ha sido fundamental para que por fin se pueda hacer justicia con Esteban y Elena. Los testigos serán fundamentales para ayudar a resolver lo que parecía un crimen perfecto. La pelota está ahora en el tejado de la justicia, y de ella dependerá el desenlace final de este enrebesado caso.