Montaje con foto del funeral

Carta de la madre del asesino de Erika, la niña de 14 años: ‘dolor inimaginable’

Pide perdón a la familia de la víctima y expresa su deseo de que la justicia le castigue por el daño causado

Se cumple una semana del brutal asesinato de Erika, adolescente de 14 años, a manos de su vecino en Vallobín, Oviedo. El entorno del asesino ha roto el silencio con una carta de su madre a la familia de la víctima. La madre de Igor Postolache pide perdón a la familia de Erika Yunga por el “dolor inimaginable”.

El pasado viernes, la magistrada decretó prisión preventiva sin fianza para el asesino de Erika. Igor se encuentra aún en el hospital recuperándose de las heridas que él mismo se infligió, y se acogió a su derecho a no declarar. Mientras, Vallobín sigue aún consternado por el brutal asesinato de la chica.

Tras los hechos se destapó la personalidad atormentada del asesino, que acumulaba varios antecedentes por acoso a menores. El joven, de 31 años y origen moldavo, se acababa de mudar al bloque de pisos donde vivía Erika y se había obsesionado con ella. Su madre afirma ahora que nunca se lo podrá perdonar.

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Las palabras de la madre

Ha sido el abogado del propio Igor quien ha hecho pública la carta que su madre ha enviado a la familia de Erika. “Tanto yo como mi familia lamentamos profundamente los hechos sucedidos, que nunca pudimos imaginar y que nos acompañarán el resto de nuestras vidas”, dice la misiva.

Montaje con foto de los padres de Erika
Los padres de Erika se despidieron de ella rotos de dolor | España Diario

La madre de Igor Postolache pide perdón a la familia de Érika por el “dolor inimaginable”. Afirma que “nunca se podrá restituir el profundo daño causado a la niña y su familia”. Pero también recuerda que “la sociedad tiene procedimientos judiciales para castigar este terrible hecho y será la misma quien lo haga”.

En cuanto a ella, asegura que “yo misma no me lo perdono” y entendería que la familia de la víctima no aceptase su perdón. Dice que hasta ahora no había tenido “el valor para pediros perdón”. Pero asegura también su intención de pedirles disculpas “personalmente, en la intimidad” más adelante.

No vio nada extraño en él

La madre del presunto asesino recalca el dolor que está sufriendo la familia de la víctima, pero afirma que “el que yo tengo tampoco se puede medir”. Esta mujer moldava llegó a España hace más de 15 años y tiene otra hija que también vive en España. De momento no ha podido hablar aún con su hijo.

Según publica El Comercio, la madre de Igor Postolache nunca había advertido ningún tipo de comportamiento extraño en su hijo. Nada le hacía pensar que podía llegar a cometer el peor crimen que se recuerda en Oviedo. Lo único que llamaba la atención es que era “tímido y retraído” desde pequeño.

Al alcanzar la madurez como hombre “no sabía relacionarse con las mujeres ni ligar”. No tiene ninguna relación con su padre, que hace ya mucho tiempo que se marchó a Moldavia. A pesar de su tendencia a acosar menores, nunca buscó ayuda psicológica o psiquiátrica para solucionarlo.

Un tipo perturbado

Es alto, de complexión fuerte, rapado, siempre viste de negro y con ropa deportiva. Las personas que alguna vez se cruzaron con él, lo definen como alguien solitario, callado y con la mirada perdida. Pero sus víctimas afirman que no dudaba en acercarse y decir barbaridades a chicas que no conocía de nada.

Foto del levantamiento del cadáver
Levantamiento del cadáver ayer por la tarde en Oviedo | EC

Según se ha sabido, acumulaba varias denuncias por acoso a diferentes chicas de la ciudad de Oviedo. En las denuncias consta algunas de las frases que decía a las menores cuando se les acercaba. Como por ejemplo, “me estoy poniendo nervioso al mirarte, me gustaría ponerte una bolsa de plástico en la cabeza”.

Los expertos le consideran un ser impulsivo movido por un trastorno mental severo. No se trataría del típico depredador sexual que actúa de forma fría e inteligente, sino de un enfermo mental que comete sus actos de forma brutal. La forma en la que mató a Erika confirmaría este diagnóstico.

Se intentó suicidar

Los psicópatas tratan de salir indemnes de sus actos planeando sus asesinatos de forma metódica. En cambio, Igor abordó a su víctima y la atacó de forma inesperada dejando un reguero de sangre que conducía hasta su puerta. Luego se intentó quitar la vida clavándose el cuchillo varias veces.

Erika vivía en el cuarto piso del mismo bloque que Igor, que residía en el primero. Era la hija pequeña de un matrimonio de ecuatorianos que llevaban más de dos décadas viviendo en el barrio. El martes de la semana pasada, al volver del instituto, fue agredida por el joven y apuñalada hasta la muerte.

El asesino se amotinó en su vivienda con el cuerpo de la víctima hasta que los agentes de policía entraron. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde necesitó una intervención quirúrgica y varias bolsas de sangre para sobrevivir. Ahora tendrá que rendir cuentas ante la justicia por el atroz crimen que cometió.