Jorge Javier Vázquez irrumpía hoy en 'Sálvame' preguntando a sus colaboradores si consideraban a su compañera Anabel Pantoja una persona vaga y sin ganas de trabajar. Algunos eran muy contundentes y sin ningún tipo de reparo confirmaban que la sobrina de Isabel Pantoja no era una gran amante del trabajo, otros en cambio, intentaban maquillar la respuesta y contaban que la joven prioriza otras cosas por encima de su empleo, una manera muy elegante de justificar la losa que le supone a la colaboradora el hecho de desarrollar su función laboral, en este caso como tertuliana televisiva.
Todo se remonta a una de las últimas intervenciones de Anabel en el programa en el que se encaró a sus compañeros y a los que les pedía que la respetaran con su decisión de no hablar sobre los problemas familiares que estaba teniendo su tía Isabel Pantoja con su hijo Kiko Rivera. La falta de proactividad de la joven fue recriminada por el resto de tertulianos que incluso se preguntaban para qué participaba en el programa si no tenía intención de soltar prenda.
Esto fue respondido por Anabel y en pocas palabras confesó que estaba entrando en directo bajo la presión de los directivos del programa que la incitaron a hacerlo aunque ella no quería. Incluso llegó a confesar que no le compensaban los seiscientos euros que se iba a llevar por esa conexión si lo compara con el daño que eso iba a hacer dentro de su núcleo familiar.
Hoy Rafa Mora ha aportado un dato que hasta ahora desconocíamos y que habría sucedido fuera de cámaras. El valenciano ha contado que un día vio a Anabel llorando por los pasillos y se acercó a ella para saber que le estaba pasando. La colaboradora le contó que los directores del programa se habían reunido con ella y le habían dicho que eso no era una ONG y que si no se mojaba con los temas de su familia no la iban a seguir llamando para colaborador regularmente en el programa.
No sabemos si a raíz de esta conversación se filtró la noticia en la que se contaba que el programa iba a rescindir el contrato a Anabel y que solamente seguirían contando con ella para ocasiones puntuales, siempre y cuando hubiese temas relacionados con su ámbito familiar. Según parece, ese despido jamás se consolidó y la colaboradora siguió colaborando con un rol mucho más activo y participando incluso con otros temas que nada tenían que ver con su familia.
Según Rafa Mora este cambio de la colaboradora y que la llevó incluso a aportar noticias e informaciones, solamente duró unas semanas. Pues al tiempo Anabel volvió a las andadas y empezó de nuevo a mostrar una pasividad en plató, estando más atenta a su móvil y dejando de lado la actividad que había en el plató. Ahora la joven está en su casa recuperándose de una lesión. Veremos si una vez recuperada los directivos del formato deciden readmitirla en su puesto de trabajo.