Raquel Mosquera y su menú hecho «con mucho amor pero poca delicadeza» han sido los encargados de inaugurar la última edición de 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition'. Raquel recibía en su bonita casa a todos los invitados con una gran sonrisa y muy contenta al conocer sus identidades. A la exconcursante de 'Supervivientes' se le han unido Rosa López, Aless Gibaja, Laura Matamoros y Francisco como competidores en el concurso culinario de Mediaset.
La calidad y nivel de la cocina de Raquel no ha convencido de manera integral a todos los comensales, siendo Laura la más crítica y quizás sincera con la peluquera. Pero a parte de los platos, lo que más a llamado la atención de esta entrega, ha sido el hogar de Raquel. Una gran casa con mucha luz, cuidadosamente decorada y con un bonito jardín con piscina que ha sido alabado por los invitados. Eso si, el estilo decorativo ayudaba en cierto modo hacer un viaje en el tiempo a los años setenta, según señalaba Laura.
La casa era un poco como el plato principal de la anfitriona, sus 'Bailarines en el mar' : una mezcla de todo un poco con muchos detalles de dudoso gusto con otros como los mensajes motivadores, que le daban un toque fresco. Hubo un artículo que llamó especialmente la atención y no precisamente por su belleza sino por el significado del mismo. Se trataba de un regalo de aniversario de Isi, marido de Mosquera, que presidia un aparador del salón con un bonito mensaje de amor.
Atrapadas por los tacones
Una de las estancias de la casa que ha dado más problemas a los invitados ha sido la zona de la piscina. El suelo de tablas de madera ha sido un verdadero suplicio para las invitadas con tacón fino. Cuando Rosa López ha hecho su entrada triunfal en casa de la concursante de 'Supervivientes 2018' para ir a saludar a Aless Gibaja, se le ha quedado el tacón enganchado entre las juntas de las tablillas. Y no solo ha sido una vez sino varias las veces que los zapatos de la cantante quedaron atrapados en el traicionero suelo.
Y lo curioso es que a Laura Matamoros le ha pasado exactamente lo mismo que a Rosa. La 'influencer' ni corta ni perezosa se ha descalzado y así a evitado seguir enemistada con la terraza de Raquel.
Eso si, el fin de fiesta con Raquel bailando con sus coreógrafos al ritmo de Rafaela Narrá fue muy divertido e hizo que el resto de comensales bajaran lo poco que habían comido durante la cena, ya que el plato principal fue un poco desastre a diferencia del postre que gusto bastante.