Álex Lequio moría el pasado 13 de mayo en Barcelona a causa de un Sarcoma de Ewing al cual se enfrentó durante 2 años. Ayer, pasadas las cuatro de la tarde, Ana Obregón salía del piso alquilado en Barcelona en el que se habían encerrado ella y Alessandro Lequio durante toda la noche y la mañana, y ponía rumbo al tanatorio barcelonés Sancho de Ávila, donde descansan los restos mortales de Álex Lequio, cogiendo un taxi.
El cuerpo de Álex Lequio será enterrado en Madrid
De esta manera Ana Obregón iniciaba los trámites para el traslado del cuerpo de su hijo a Madrid, que está prevista para hoy viernes, y podía seguir velando a su hijo, que se encontraba en una sala aséptica donde se permitía la entrada de hasta 3 personas.
Las hermanas de Ana han estado a su lado desde días antes de que Álex muriera, arropándola y dándole todo su apoyo en estos momentos tan duros. Además, el entierro va a ser más desolador si cabe por culpa de la pandemia del coronavirus, ya que solo podrán asistir a él un máximo de 15 personas.
A eso se suma el inmenso dolor por el que está atravesando Ana, quién le dedicaba unas palabras en su Twitter a su ya fallecido hijo, «Se apagó mi vida» que plasmaban el gran vacío que le ha quedado tras su marcha.