Había una vez un cantante blanco llamado Elvis Presley le "robó" el rock and roll a los músicos negros para convertirlo en el ritmo más popular e influyente de la segunda mitad del siglo XX. Desde entonces es un estilo universal que se canta y se baila en los cinco continentes. Y Tina Turner es la prueba viviente.
La verdad siempre acaba saliendo a la luz y por eso hay tantos artistas negros que cuando se suben a un escenario demuestran a todos los que quieran verlo que al igual que el flamenco pertenece a los gitanos el rock and roll es patrimonio de la comunidad afroamericana.
Uno de esos artistas negros que cuando agarra el micrófono y empieza a menear las caderas deja en pañales a cualquier "blanquito" que se le ponga por delante es la sin par Tina Turner.
Cantante, compositora, bailarina, actriz, coreógrafa y diva sin igual Tina Turner es la auténtica e indiscutible reina del rock. Su fanfarronería sobre las tablas, su arrolladora sensualidad, su timbre grave y salvaje y su imparable energía fueron sus señas de identidad.
Dueña de una de las voces más impresionantes de la historia de la música y de unas de sus mejores piernas este huracán andante se retiró de los escenarios en 2009 cuando cumplió 70 años después de una carrera musical de cinco décadas.
Ahora, a sus ochenta años de edad vive retirada y feliz en Suiza en compañía de su segundo marido. No tiene en mente regresar al negocio de la música. Su legado permanecerá siempre en el imaginario colectivo porque así es Tina: simplemente "the best".
Una vida dura pero apasionante
Tina Turner nació un 26 de noviembre de 1939 en Brownsville, estado de Tennessee, con el nombre de Anna Mas Bullock. Con once años se mudó junto con su familia a San Luis y durante su adolescencia se hizo visitante asidua de los clubes de rhythm & blues de la ciudad.
En uno de esos clubs conoció al hombre que marcaría su carrera musical para bien y su vida personal para muy mal. La joven Tina pasó de ser una de las fans del público a compartir el escenario con Ike Turner y sus Kings of Rhythm.
En agosto de 1958 con dieciocho años Tina Turner se convirtió en madre por primera vez al nacer su hijo Craig. El padre era el saxofonista del grupo Raymond Hill. Al conocer la noticia de su embarazo la madre de Tina la echó de su casa. Y Raymond Hill no quiso saber nada ni de Tina ni del niño y les abandonó a ambos.
Fue entonces cuando para su desgracia Tina cayó en las garras de Ike. La unión entre ambos nos regalaría al público algunos de las canciones más excitantes de la música de los años sesenta y setenta y a Tina Turner un matrimonio con un maltratador que convirtió su vida en un infierno lleno de abusos físicos y sicológicos y de explotaciones emocionales y comerciales. Tuvieron a su primer hijo en común Ronald en octubre de 1960.
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Tina pasó a ser legalmente la señora de Ike Turner el 26 de noviembre de 1962 cuando ambos cruzaron la frontera mexicana para casarse en Tijuana y no consiguió escapar definitivamente de él hasta su divorcio en 1978.
Por el camino quedaron golpes, palizas y un intento de suicidio con Valium en 1968. Tina Turner se tomó cincuenta pastillas pero un lavado de estómago de urgencia logró salvarle la vida de milagro. Al día siguiente al despertar en el hospital lo primero que le dijo su esposo y mánager fue: «Deberías morir, hija de puta.»
No sería justo no señalar que además de tantas desgracias para la artista el dúo Ike&Tina dejó para la posteridad temas tan memorables como "Proud Mary", de 1971, “River Deep-Mountain High” de 1966, escrita y producida por Phil Spector o "Whole Lotte Love", de 1971.
Renacimiento después de su matrimonio
Después de un complicado y farragoso divorcio en el que Tina Turner peleó para poder mantener su nombre artístico, cosa que logró finalmente, Tina trabajó duro para relanzar su carrera en solitario. No lo tenía fácil. A sus cuarenta años Tina entraba en una edad en la que la mayoría de los artistas de rock entran en decadencia y se ven abocados al circuito nostálgico, más aún en el caso de las mujeres.
Pero Tina Turner es un ciclón de fuerza incomparable dotada de un talento natural inmenso y contra todo pronóstico es a partir de la década de los ochenta cuando consigue el éxito absoluto e incontestable.
Tina Turner convirtió a Roger Davies en su representante lo que la llevó a actuar en el club Ritz del East Village de Nueva York. La noche de su actuación David Bowie se encontraba en la ciudad y rechazó cenar con los ejecutivos de EMI para celebrar el lanzamiento de su disco 'Let’s dance' porque tenía que ir al Ritz a ver a su “cantante favorita”. «La recomendación de David fue una avalancha», diría Tina años más tarde.
El disco clave en esta nueva etapa es "Private Dancer" de 1984. Es su álbum más vendido tanto en los Estados Unidos como a nivel internacional despachando más de cinco millones de copias en todo el mundo. Incluye canciones tan míticas "What's Love Got to Do with It", "Better Be Good To Me", "Private Dancer" y "Let's Stay Together". Gracias a él Tina ganó cuatro premios Grammy.
Desde entonces hasta su retirada definitiva los discos superventas se suceden sin parar y Tina realiza numerosas giras multitudinarias en grandes recintos con todas las entradas vendidas cada noche. Y cada noche, a pesar de los años, demuestra sobre el escenario una furia y una energía que para sí la quisieran la mayoría de los veinteañeros.
En 1991 se publica su disco recopilatorio "Simply the Best", otro de los grandes éxitos comerciales de su carrera. En 1993 se estrena en los cines la película "Tina" basada en su biografía. Su papel lo interpreta Angela Basset.
En febrero de 2000 anunció que se retiraba de los estudios y los escenarios a la edad de 61 años. Ya no volvería a grabar discos pero en 2008 aparcó su jubilación actuando en una gala de los Premios Grammy en un más que memorable dueto con Beyoncé.
La pegada que tuvo esa actuación hizo que Tina Turner volviera a salir de gira a punto de cumplir 69 años para celebrar sus cincuenta de carrera. Su "Tina! 50th Anniversary Tour" fue un gran éxito y ella demostró mantener una forma física espectacular. Fue la última vez que pisó un escenario
En 2018 su primogénito Claig Raymond se suicidó a los cincuenta y nueve años. Parece que una decepción amorosa lo llevó al suicidio.
Tina hoy
Tina Turner vive desde 1995 en Suiza en una mansión cuya puerta principal exhibe un cartel que dice: «No se le ocurra molestar a Tina Turner antes del mediodía». La propiedad cuenta con 5.500 metros cuadraros frente a un precioso lago, y alberga todo tipo de elementos decorativos tanto dentro como fuera de la casa, incluyendo enormes esculturas de animales, mobiliario al estilo Luis XIV y piezas arqueológicas egipcias y precolombinas.
Allí pasa sus días junto a su marido Erwin Bach, un empresario de la industria de la música dieciséis años menor que ella que la quiere y la mima desde 1986, el año en que empezaron a salir. Cuando ella enfermó y necesitó un trasplante urgente de riñón a finales de 2016 él se lo donó. En 2013 se casaron y ella adquirió la nacionalidad suiza.
Por mucho que sus fans lo esperen con ansiedad no tiene previsto regresar a los escenarios. Los amantes de la buena música deberemos conformarnos con disfrutar de sus míticas grabaciones. No es poca cosa.