Kiko Matamoros confesaba el pasado martes 25 de mayo los sentimientos que le despierta el documental de Rocío Carrasco. El colaborador de 'Sálvame', más cercano a la figura de Antonio David Flores que a la hija de 'la más grande', dejaba a todos sus compañeros con la boca abierta empatizando con ella al sentirse identificado con algunos aspectos de su vida.
Ha sido uno de los personajes más críticos con Rocío desde el mismo instante en que se estrenó la serie y, ante el final inminente, revelaba la razón de por qué no ha podido verla en su totalidad. Han sido dos meses de confesiones brutales y desgarradoras por parte de Rocío Carrasco que han provocado un posicionamiento claro en Mediaset y han removido consciencias, entre ellas las del colaborador que admitía recordar el conflicto con sus hijos.
«Yo sé lo que he llorado»
La relación entre Kiko Matamoros y sus hijos no siempre ha sido lo buena que ahora podemos observar tanto en las redes sociales como en los platós de televisión. Hubo una época donde su hijo Diego y su hija Laura comenzaron una guerra mediática contra su padre donde se dijeron de todo, un tiempo pasado que, afortunadamente, lograron superar aunque quedó grabado a fuego en sus memorias.
«Me hijo me ha pegado un vapuleo en un plató y yo no tenía fuerzas. Se me caía el alma al suelo, hubiese preferido que me hubiese roto la cara. El que piense que los hijos no te duelen...» explicaba Matamoros confirmando que opinaba del documental completamente condicionado por su propia historia: «Claro que estoy condicionado. Yo sé lo que he llorado» confesaba.
Jorge Javier Vázquez recogía las palabras del colaborador comparando la manera diferente en que el resto ha podido opinar sobre la serie: «La gente en casa pensaba que estabas comentando la serie documental y estabas hablando de tu vida. Tú, Gema, has visto la serie con muchos menos prejuicios que Kiko» aseguraba el presentador.
No ha podido seguir viendo el testimonio de Rocío Carrasco
Pese a ser muy crítico con la hija de Rocío Jurado y no apoyarla en ciertos aspectos, Kiko se mostró más cerca de ella que lo que muchos se pudieran imaginar. Tanto es así que confesó que para él «ver esto no ha sido agradable»: «El primer día me senté a ver qué es lo que cuenta esta chica. Y no pude ver el segundo capítulo. En el segundo programa no pude pegar ojo. Me pareció todo tan brutal, tan desbordante en todos los sentidos».
La historia de Rocío Carrasco ha conseguido conmover al colaborador hasta el punto de llegar a cuestionarse «muchas cosas que he dicho en un plató» y verse incapaz de seguir viendo el documental: «Me remueve muchas cosas» confesaba recordando el tiempo que ha estado enfrentado a sus hijos: «He pasado cuatro años sin hablar con un hijo, sé lo que es eso. A mí se me remueven las tripas».
En los once episodios emitidos de 'Rocío: Contar la verdad para seguir viva', Kiko Matamoros siempre se ha mantenido en la posición contraria a la de la protagonista, pero en ciertos aspectos no ha podido evitar sentirse identificado con su testimonio posicionándose al lado de ella.
El motor que mueve su vida
A día de hoy, la relación del colaborador con sus hijos es muy buena, al menos con Diego y Laura Matamoros y, aunque manifestó tener «las mismas razones para no hablar a mi hijo en la vida», Kiko se abría en canal y confesó que «estaba deseando reencontrarme con ellos como una prioridad. Ahora vivo más feliz, mejor y estoy agradecido».
La sinceridad de Kiko ha dejado a sus compañeros completamente sorprendidos y se ha generado un debate con todo tipo de opiniones al respecto, pero todos ellos coincidían en el gran esfuerzo que ha realizado para revelar en directo lo mucho que ha sufrido con el testimonio de Rocío Carrasco.