Sara Carbonero ha visto como en los últimos meses su vida ha cambiado por completo de rumbo. Quién le diría a la periodista años atrás que en cuestión de meses todos sus proyectos quedarían patas arriba y que el destino tenía otro plan completamente distinto al que acostumbraba para ella.
Cuando Iker Casillas abandonó el club de fútbol que le llevó al estrellato, el Real Madrid, el portero y su mujer se trasladaron a vivir Oporto. Nuevos proyectos profesionales les aguardaban a la pareja en su nuevo destino, así como una vida más privada e íntima que en la capital española.
Tras cinco años residiendo en el país vecino, el matrimonio Casillas Carbonero y sus dos hijos, Lucas y Martín, hicieron las maletas para regresar a sus orígenes el pasado año.
En aquellos momentos ya circulaba por la prensa española una posible crisis irreconciliable entre los jóvenes que emocionaron a todo el país con un beso lleno de amor tras la victoria de la Selección Española en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica en 2010, donde debutó el guardameta.
Efectivamente, el pasado mes Sara e Iker ponían fin a las especulaciones lanzando un comunicado conjunto donde confirmaron a todos la separación matrimonial de la pareja.
A partir de entonces, si no lo estaban haciendo ya antes, según cuentan, la periodista y el portero dividieron sus caminos haciendo vidas por separado. Pero con un nexo en común que requiere del tiempo y la dedicación de los dos, sus hijos y la ardua tarea de trabajar en la educación de los niños.
Todo ello sin olvidar el infarto que sufrió Iker Casillas mientras entrenaba con el club de Oporto y sin pasar por alto tampoco el cáncer que padeció Sara Carbonero.
Después de la tormenta siempre llega la calma, ¡y las buenas noticias!
Las buenas noticias estaban por llegar para la toledana. España aún tenía oportunidades profesionales para la mujer de Iker que, a su regreso, fichó de nuevo para Radio Marca. El mismo medio de comunicación que la vió nacer como periodista antes de su salto a La Sexta y a Telecinco.
Sara volvía a casa y su carrera profesional no era la única sorpresa para ella. La marca que creó hace cinco años junto con su amiga y socia Isabel Jiménez ha empezado a ganar más peso entre las firmas de moda.
Las empresarias disfrutaron de unos días en Almería. Allí hicieron una sesión de fotos para su firma, Slow Love. El grupo Tendam, al que pertenecen marcas como Cortefiel, Springfield y Pedro del Hierro entre otras, han comprado la firma de Sara e Isabel.
Esto ha supuesto una gran noticia para ambas y, en especial para Sara Carbonero que después de tantos problemas en su vida, al fin una alegría.
El grupo Tendam ha comunicado que se ha convertido en el accionista mayoritario de la marca. «En esta nueva etapa el objetivo principal es acompañar a Slow Love en su evolución y crecimiento futuro y que la marca se pueda ver impulsada y beneficiada por los recursos y la estructura corporativa y operativa de Tendam», afirmaron.
Las dos amigas están muy implicadas con su proyecto profesional Slow Love. El verano anterior, Sara Carbonero e Isabel Jiménez crearon su primera colección para Cortefiel. El éxito de dicha colección fue tal que ha dado sus frutos.
Aunque la firma de las empresarias pase a manos del grupo, ellas seguirán al frente de la misma y siendo las directoras creativas de Slow Love. No cabe duda de que juntas forman un equipo excepcional, muy profesional y con mucha fuerza.
Esta gran noticia ha emocionado a Sara Carbonero quien se muestra muy sonriente en las fotografías que se hizo para la firma junto a su amiga, Isabel, y resplandeciente, a pesar de que la situación personal que gira en torno a ella no está siendo precisamente dulce.