Jorge Javier Vázquez y Mila Ximénez siempre han tenido una unión muy especial. Tanto es así, que incluso tras la muerte de la colaboradora, el presentador asegura sentir a su amiga más cerca que nunca.
De hecho, justo el otro día relataba el 'toque de atención' que le había dado Ximénez desde el más allá. El fin de semana pasado, durante una de las funciones de Vázquez, el presentador se llevaba un buen susto.
"Vengo en shock por una cosa que me ha sucedido en el teatro", confesaba en el Deluxe. "Es la historia más flipada que os puedo contar ahora. Mis conclusiones las debéis coger con pinzas".
Jorge Javier le recordaba a los espectadores que había pasado una temporada algo complicada en cuanto a su salud. "Anímicamente también estaba un poco triste. Sin embargo, todo se empieza un poco a solucionar. Esta misma semana estaba levantando cabeza…"
"El domingo comencé con una gripe, sobreviví por los pinchazos. Le digo a Cristina, ayer, 'he notado en dos ocasiones que alguien me ha tocado', como un espíritu...", proseguía en su desgarrador relato.
Pero, lo más impactante sucedía justo antes de salir al escenario. "Hay un momento en el que estoy sentado y todo a oscuras, y, de repente, el bastidor que cae al final, ha caído antes de tiempo".
El catalán llegó a pensar en que le iba a sepultar. Entonces, su reacción inmediata fue tirarse al patio de butacas para salvarse: "Me he tirado al patio de butacas, a oscuras, y me he pegado una hostia…"
"No me hubiera dado, de todas formas, solo se manipula cuando estoy fuera de la zona de peligro. Pero yo me lo veía encima…", continuaba relatando.
Jorge Javier Vázquez confiesa sentir la presencia de Mila Ximénez más cerca que nunca
"Ha tenido que venir la ambulancia. He estado unos minutos en el suelo, sin poder moverme. La gente se pensaba que era la función. Me he levantado más o menos. Un técnico ha empezado a llorar. Ahora no puedo caminar mucho".
Tras lo sucedido, Jorge parece habérselo tomado como una especie de aviso de su gran amiga. "Ya tengo el aviso de Mila Ximénez. Estaba perdiendo el tiempo pensando en qué hacer para ser feliz. Y esto es una señal de que 'basta de tristezas'. Hay que vivir".
Y lo ha sentido así, porque siempre suele llevar varias fotos para ponerlas en su camerino, pero en esa ocasión solo tenía la de Mila. "Hoy solo tenía la de Mila porque he llevado la de mi padre a restaurar", reconocía.
El presentador es consciente de que su reflexión puede sonar "un poco flipada", pero asegura que es lo que sentía en este momento.
Habiéndose recuperado de ese gran susto, el presentador de Sálvame se ha confesado en su blog de la revista Lecturas.
"Durante la representación del sábado una pieza del decorado cae antes de tiempo y ante el peligro de acabar sepultado aparece mi instinto de supervivencia y me lanzo en plancha a un patio de butacas más oscuro que mi alma", ha escrito.
"El resultado es que me pego un tortazo de considerables dimensiones, pero, pese a mi incontenible mueca de dolor, el público piensa que el 'show' forma parte de la función".
"Después del susto y más o menos recompuestos, seguimos con la función. No podría haberme pasado nada, pero eso lo supe después", ha admitido.
"El efecto especial solo se manipula cuando estoy fuera de la zona de peligro. Mercedes Milá, Sonsoles Ónega, Miguel Ángel Nicolás y más compañeros me esperan en el patio tras el final de la representación. Estamos todos en 'shock'".
"Acabamos haciendo risas y me largó al Deluxe con la pierna chunga. Desde aquí decirle a Mila que he entendido el mensaje. Dejemos de perder tanto tiempo pensando en nuestra felicidad y dediquémonos a vivir. Es tan fácil como eso", ha concluido acerca de esta experiencia vital.