Han pasado ya varias semanas desde que Rocío Carrasco dio por terminada su historia. 25 años de silencio, rotos en un documental donde ha narrado su infierno junto a Antonio David Flores.
Otra de las grandes protagonistas ha sido su hija, Rocío Flores. La nieta de la Jurado ha ocupado gran parte de la serie especialmente por el distanciamiento con su madre. A juzgar por ambas partes, parece que la reconciliación es imposible.
Fue la propia heredera de la artista la que explicó con detalle la paliza que recibió de manos de su hija. A pesar de ello la calificó como una «víctima más de su padre» al que acusó de haber manipulado a la niña.
Todas y cada una de las declaraciones de Rocío Carraco han sido demoledoras. Su dolor ha traspasado pantallas y generado debates, pero por el momento, su familia prefiere guardar silencio. Un silencio que podría romperse antes de lo esperado.
La hija de Antonio David está deseando contar su versión
Han sido muchos los señalados por la hija de 'la más grande' y pocos los que se han defendido. Han optado por mantenerse al margen y esperar para dar respuesta a tantas acusaciones, pero parece que esto podría tener los días contados.
Se rumorea que Antonio David Flores y su hija estarían esperando a que sus abogados les den el visto bueno para hablar. El equipo legal del excolaborador ha seguido muy de cerca el documental para buscar la posibilidad de demandar a Rocío.
Esta ha sido la principal razón del silencio del exguardia civil. Pero mientras llega el momento de responder a la primogénita de Rocío Jurado, su hija comienza a allanar el camino.
Fue Miguel Frigenti el primero en explicar hace días en qué consiste la estrategia de Rocío Flores. Según parece se puso en contacto con algunos periodistas para negar la paliza a su madre. A pesar de tener una sentencia en su contra por ello, la joven niega que eso sucediese.
Para desviar un poco la atención, confesó estar «deseando contar lo que Fidel Albiac hacía a su hermano David». Está claro que la historia de su madre no le ha conmovido y quiere contar su parte de lo vivido junto a ella y Fidel.
Es precisamente a la pareja de Rocío Carrasco hacia donde apuntan los cañones de la nieta de la Jurado. Quiere dejar claro que no es todo como desveló su madre y que el abogado no tenía tan buena relación con ellos.
El exmarido de Rocío, el primero en lanzar la piedra
Fidel Albiac no se ha ganado el cariño de la prensa. Durante años ha sido calificado como la 'mano negra' que se escondía tras las demandas de Rocío Carrasco. Aseguraban que esta estaba abducida por él y que era el principal culpable del distanciamiento entre madre e hijos.
Siguiendo el ejemplo de la hija de la artista, nunca se ha defendido ni concedido entrevista alguna para lavar su imagen. Esto ha dado alas a sus detractores para especular sobre Fidel y sobre cómo era la relación con Rocío y David Flores.
El primero fue Antonio David. Confesó «me enferma ver a Fidel con mis hijos» y nunca aceptó que estuviera cerca de ellos. De ahí el rencor y la guerra abierta para desprestigiar su imagen y posicionarse él como un auténtico padre que se desvive por sus retoños.
En sus múltiples ataques al abogado, dio un paso más allá y dejó caer el trato poco humano que tendría con su hijo pequeño.
«David vivía apartado, estaba solo. Mi hijo cenaba en la cocina y Rocío y Fidel en el salón», dijo en una entrevista. Algo a lo que se sumó Amador Mohedano que en un 'Deluxe' también dejó caer que infligía castigos severos a los hijos de Rocío.
A esto es a lo que se agarraría la colaboradora de Ana Rosa para desprestigiar la imagen de Fidel. A lo que, según ella, le «hacía a su hermano» y que pondría, tanto al abogado como a su madre en una situación muy complicada.