Desde que Rocío Flores decidiera participar en la última edición de 'Supervivientes' se ha convertido en alguien que suscita mucho interés. Y, en concreto, lo despierta porque desde hace años no mantiene ningún tipo de relación con su madre, Rocío Carrasco.
Es cierto que la joven ha intentado retomar el contacto con su progenitora pidiéndoselo de forma pública. Sin embargo, no ha conseguido su propósito. Aquella sigue sin querer tener un cercamiento ni con ella ni con su otro hijo, David Flores
La nula relación entre madre e hijos ha sido muy comentada en televisión. Y son muchos los colaboradores que dicen no entender el porqué aquella no quiere nada saber nada de sus vástagos. No la comprenden y tampoco saben cuáles son sus razones. Y es que se ha mantenido en silencio todo este tiempo.
Sin embargo, el medio 'Cotilleo.es' ha desvelado una información que, en parte, vendría a explicar el 'rechazo' de Carrasco a su hija. Y es que esta, entre otras, le hizo acusaciones muy graves.
Los conflictos en el seno familiar
Como dio a conocer 'Vanitatis', el Juzgado de Menores número 4 de Madrid condenó en 2013 a Rocío Flores por varios delitos contra su madre. Exactamente la condenó a seis meses de libertad vigilada y estableció una separación física de ambas mujeres.
En concreto, fijó una sentencia contra la hija por un episodio ocurrido en 2012 y también por un maltrato habitual. Sobre este último expuso que se había venido produciendo desde hace «aproximadamente tres años y, de forma reiterada. Viene atentando contra la paz familiar».
Es más, también fue condenada por «una falta continuada de amenazas y de injurias». Entre esas se habla, como cuenta 'Cotilleo.es', de que la hija le decía a su progenitora cosas tales como «Eres una guarra. No eres mi madre, mi madre es la mujer de mi padre».
No obstante, quizás la acusación más grave que le hizo a Rocío Carrasco fue: «Tú dabas patadas a tu barriga cuando estabas embarazada de David. Tengo ganas de partirte la cara».
Eso sin pasar por alto que también llegó a decirle a su madre, según la sentencia: «Guarra, puta. Mi padre tenía razón. Eres una maltratadora psicológica. A esta casa no me traen ni la policía, ni el juez, ni tu padre ni tu madre que están bajo tierra».
El día que marcó un antes y un después en la relación madre e hija
Mucho se ha especulado con lo que pasó, concretamente un día, para que Rocío Flores y Rocío Carrasco dejaran de tener relación. Y en esa sentencia se habla de un suceso que tuvo lugar en 2012 en la casa familiar.
En concreto, pasó el 27 de julio de ese año por la mañana. Madre e hija estaban en la cocina, discutieron por una nectarina y eso generó una trifulca que acabó con la primera tirada en el suelo. Y es que, como establece la sentencia que publicó 'Vanitatis', Flores «le propinó varios golpes, llegando incluso a tirarla al suelo para, posteriormente, seguir golpeándola, dándole varias patadas».
El resultado de esa situación fue que la hija de Rocío Jurado acabó con policontusiones, edema en las dos muñecas y en el muslo e incluso un hematoma en uno de los dedos de su pie derecho.
Flores, tras no conseguir que su chófer y sus profesores la llevaran a la Guardia Civil, se personó horas después en el cuartel con su padre (Antonio David Flores). Allí denunció a su madre por un delito de malos tratos.
Sin embargo, al parecer, las incongruencias en las que cayó la joven, los testimonios de los testigos y el parte hospitalario de Rocío Carrasco se volvieron en contra de aquella. Rocío Flores fue la condenada con una sentencia que su padre intentó recurrir sin éxito.
Desde entonces, madre e hija no tienen ninguna relación y, quizás, conociendo lo sucedido se comprenda más a la primera. No fue fácil, según la sentencia, lo que tuvo que sufrir al lado de su primogénita.