Rafa Nadal sabe que no puede aguantar mucho más tiempo con la situación que padece. Desde hace meses viene arrastrando unos insoportables dolores en su pie izquierdo que le impiden rendir al 100 por ciento. Lleva mucho tiempo infiltrándose para aguantar esas molestias, aunque tiene claro que necesitan encontrar una solución lo antes posible.
Unas horas después de proclamarse campeón por decimocuarta vez en Roland Garros atendía los micrófonos de la Cope. Le costaba disimular su cojera al caminar. "Sabíamos que hoy era un día complicado en cuanto a dolor, porque se unen varias cosas después de dos semanas", apuntaba.
"Ahora estoy bien", admitía Rafa. Sin embargo, ya no puede seguir con "todos los antiinflamatorios que estaba tomando porque hay que darle un descanso al cuerpo. El efecto rebote es importante", añadía.
Explica que su mujer, la familia y su grupo de trabajo le han arropado mucho durante este tiempo. "Tengo el equipo médico en el que confío. En todo lo demás, mi entorno y mi equipo me ayudan en lo que se pueda", desvela.
Confirma que siempre "apoyan mis decisiones. Si tienen otro punto de vista me lo dicen y yo escucho. Durante toda la vida he escuchado mucho, y después, alguien tiene que tomar las decisiones".
Tiene claro que acertar o fallar depende únicamente de él. Es la persona que debe de asumir los riesgos.
El manacorí se ha acostumbrado a competir entre los grandes con dolor. Y casi siempre ha necesitado de ayuda para rebajarlo. Entiende que "cuando lo que vas a hacer te motiva más que lo que te puede doler, el fin justifica todo lo demás".
En su caso, volvió a dejar muestras de su fortaleza psicológica al conseguir "centrarme en el tenis. Poner a un lado todos estos problemas y mentalmente estar enfocado en lo que tenía que hacer".
Después de tanto tiempo conquistando París, Rafa Nadal ha conseguido meterse en el bolsillo al público francés. Señala que "hace muchos años que me siento muy querido. Este año se han dado una serie de circunstancias", con una serie de "meses complicados".
Durante su participación en este Roland Garros abrió en alguna ocasión la puerta a la despedida. Antes de medirse a Djokovic dijo que podría tratarse de su último encuentro. "Lo dije totalmente de corazón porque así lo sentía en aquel momento", apunta.
La situación era bastante delicada, ya que "venía con muy poco entreno, con una preparación escasa y Novak venía de ganar en Roma". Es conocedor de su "día a día en el pie. A partir de ahí es posible que sea mi último Roland Garros".
Pero tampoco quería despedirse del torneo francés de esa manera. "Ojalá que no, pero si hubiera perdido aquel día, dije lo mismo. Espero que no, pero mañana puede ser que sea mi último partido".
Rafa Nadal, pendiente del nuevo tratamiento
Rafa Nadal tiene previsto experimentar con una nueva terapia para acabar con los dolores de su pie. Cuando se le pregunta por sus objetivos más inmediatos, lo único que tiene en mente es este tratamiento.
"A ver si consigo tener un efecto similar al que tenía para jugar los partidos aquí. Si conseguimos que esto sea una realidad, pues mi ilusión sería seguir de inmediato hacia la hierba". En el caso de que no funcione, habría que situarse en otro escenario bien distinto.
Fiel a su estilo, al tenista español no le molestó que se dudara de él en algún momento. "Yo también tengo dudas", admitía. Todo esto se agudizó aún más con la llegada al circuito de Carlos Alcaraz.
Nadal cree que "había necesidad de algo nuevo, una cara nueva, y es que es increíblemente bueno. Le queda toda la vida por delante". Subraya que se siente muy querido por España.