Miss Universo no se trata solamente de mujeres bonitas representando a sus países y demostrando el talento que las puede coronar reinas de nuestro planeta y sus alrededores. ¡No señor! Es mucho más que eso: es queja, fraude, pedidos de anulación y declaraciones hirientes. La edición de 2009 no es la excepción.
Sucede que la presidente de Miss Universo, Paula Shugart, ha recibido una carta donde se le pide que de por nulo el resultado de la pasada edición del certamen de belleza donde fuera vencedora la venezolana Stefania Fernández y como si esto fuera poco, en la misiva se intima a la directiva a hacer públicas las motivaciones que hay detrás del resultado del título.
Todo comienza a partir del mal funcionamiento de los sistemas informáticos que recuentan los votos en el certamen. Debido a tal falla, el recuento de votos se realizó manualmente lo cual, según los remitentes de la misiva querellante, pudo haber dado pie a alguna injusticia en el resultado.
Todo eso sumado a que el propietario del certamen, el multimillonario estadounidense Donald Trump, tiene la potestad de elegir a 6 de las 15 finalistas a su antojo, le dan al concurso un aura poco trasparente que es la que motivó la misiva donde se pide la anulación del resultado.
Intereses, fraudes y tirones de cabello. En resumidas cuentas, un auténtico certamen de belleza.