Palomares, ese concursante de GH 10 que declaró: Soy una cabra, se tuvo que enfrentar ayer en Sálvame a Kiko Hernández. El colaborador le acusó de haber roto la relación de Yeray, hermano pequeño de Julito de GH, y de preparar un montaje en relación a su próxima boda.
El montaje sería el siguiente, antes de la boda de Palomares con su novia (el 29 de agosto en Ciudad Real) surgiría «alguien» que desvelaría la homosexualidad de Palomares. Esto conllevaría que la boda se suspendiese y la aparición posterior en los distintos platós de televisión.
El joven negó una y mil veces estos supuestos y defendió su hombría ante las cámaras. Tras comentarle Hernández que había dormido en la misma habitación que Yeray dió una larga cambiada y comenzó a acusar a Kiko de mala persona y demás lindezas.
La verdad sea dicha, nos gusta dar buenas noticias y, pase lo que pase, esperemos que Palomares sea feliz. Eso sí, nos parece de vergüenza ajena que en pleno siglo XXI se siga haciendo audiencia a base de hablar de la homosexualidad de un joven.