Jordi Cruz en el plató de 'MasterChef'

Muy duro: Sale a la luz la triste muerte del padre de Jordi Cruz: Sus últimas palabras

El chef ha contado alguna de sus vivencias personales más difíciles.

Bajo esa apariencia de hombre duro y frío, Jordi Cruz esconde un corazón sensible y una historia que lo ha marcado hasta el día de hoy.

A pesar de que en 'Masterchef' juega el rol de  juez serio y crítico, el chef ha mostrado en varias entrevistas, algunas televisivas, su lado más tierno y humano.

Rebelde y mal estudiante: Jordi Cruz de niño

El cocinero ha llegado a contar que su infancia no fue nada fácil. El pequeño Jordi era rebelde y mal estudiante, unas cualidades bajo las que escondía la inseguridad de sentirse «poca cosa» en una casa donde era el pequeño de seis hermanos. 

«Buscaba continuamente el reconocimiento de la gente para que entendieran que el chaval no es tonto. Un día le cogí dinero a mi madre y compré chucherías para toda la clase.  En otra ocasión, mi hermano y yo incendiamos un campo. Gamberradas de chiquillos» confesaba el cocinero en una entrevista a  Risto Mejide.

Sin embargo, el tema familiar más delicado que ha tocado Jordi Cruz ha sido sobre su padre. De él heredó varios defectos, a pesar de sus intentos por desmarcarse de ese  carácter frío y enfadado  que lo caracterizaban.

«Mi padre tenía una serie de frustraciones. Unas expectativas que no pudo cumplir y pasó sus últimos años enfadado un poco con la vida. Tenía tendencia a estar enfadado» transmitió el chef a Risto Mejide.

La despedida de Jordi Cruz y su padre

A pesar de su fuerte carácter, el padre de Jordi era un sufridor nato por el dolor ajeno y su extrema sinceridad le dio algún que otro problema. «Yo soy de silicona. Tengo la misma enfermedad que mi padre. No saber sentir», reconocía Cruz en la entrevista. 

Sin embargo, la revelación más dura que hizo Jordi sobre su padre tuvo que ver con las últimas palabras  que le dijo antes de fallecer.

El chef confesó que su padre y él  nunca se habían dicho te quiero, una carga que le pesaba a Jordi y de la que finalmente se liberó en el lecho de muerte de su padre, ya enfermo de alzheimer. 

El padre del cocinero falleció antes de ver a su hijo triunfar en los fogones de 'Masterchef', pero se llevó a la tumba las palabras sinceras de un hijo que supo romper la barrera emocional que él mismo le había inculcado.