A principios del presente año saltaba el bombazo de que Tamara Falcó se había vuelto a enamorar. El afortunado que le robó el corazón a la hija de Isabel Preysler fue un madrileño de 31 años llamado Íñigo Onieva.
Desde entonces a la pareja se la ha visto muy feliz rodeada de su círculo de amistades y disfrutando de escapadas románticas. Sin embargo, en los últimos días han crecido los rumores de infidelidad por parte del diseñador de coches hacia la joven.
Fani Carbajo, colaboradora esporádica en televisión, afirmó en dos programas de Telecinco que había visto al novio de Tamara Falcó en actitud muy cariñosa con otra chica mientras disfrutaba de una fiesta.
Lejos de empañar el idilio, la empresaria no ha querido escuchar los comentarios y no ha permitido que nadie le borre el brillo de sus ojos. Del mismo modo, tampoco ha visto entorpecido sus planes diarios a consecuencia de las malas lenguas.
La diseñadora de moda ha aprovechado sus ratos libres para comer junto a sus amigas y disfrutar de un paseo por la capital española ahora que ha llegado el buen tiempo. Su rostro transmite la viva imagen de la felicidad.
De igual modo, la vestimenta que escogió para la ocasión transmitía cómo se siente la diseñadora de moda, ya que se decantó por un vestido largo apropiado para un plan de tarde con un estampado de flores, una gabardina color marrón y unas sandalias de cinta fina. Un 'look' tan alegre como es ella.
Además, este fin de semana Tamara Falcó e Íñigo Onieva han acudido a una boda juntos en la que se han divertido y, de paso, han dado un poco de envidia a los usuarios de las redes sociales compartiendo fotografías en el evento en las que el amor se palpa en el ambiente.
La marquesa de Griñón está muy enamorada y no tiene ninguna duda de que este sentimiento es recíproco también por parte de su novio. Por lo tanto, tiene muy claro que no va a responder a comentarios mal intencionados ni va a permitir que esto cause estragos en su idilio amoroso.
De hecho, la aristócrata y el diseñador de coches han sabido organizar su agenda para compartir ayer una velada romántica. Tamara Falcó e Íñigo Onieva han sido pillados saliendo de un restaurante después de cenar.
En cuanto llegó la hora de marcharse, la hija de Isabel Preysler se montó en la moto de su novio y emprendieron camino. Ambos llevaban el mismo casco de moto, de color amarillo fosforito, y la chaqueta de color negro.
El punto en común de la pareja
Íñigo Onieva y su novia se conocieron porque ambos comparten el mismo grupo de amigos. No obstante, este no es el único punto en común que tiene la pareja. Los dos son personas muy familiares que les encanta pasar tiempo con los suyos.
Seguro que tanto para el uno como para la otra, conocer a las familias ha sido un paso decisivo en su relación por el amor que les tienen y no cabe duda de que habrán reservado parte de su tiempo para conocer a las familias. Por otro lado, los dos se consideran amantes de los animales, los viajes y del deporte. En concreto del kite surf y del esquí.
Quién es Íñigo Onieva
El joven madrileño que ha engatusado a la hija de Isabel Preysler es un diseñador de coches de 31 años, licenciado en Ingeniería Técnica en Diseño Industrial por la Universidad Antonio de Nebrija, en Madrid.
Además, cuenta con dos máster cursados en el extranjero: uno en Italia y otro en Reino Unido gracias a los cuales pudo complementar su formación académica.
A Íñigo la fama no le coge de nuevas, ya que su hermana es Alejandra Onieva, una actriz española que ha debutado en series de producción nacional.
Tamara se siente pletórica con él y éste también demuestra el mismo sentimiento por su novia. Solo hace falta verles. Por ahora, la diseñadora tiene claro que apuesta por su relación e Íñigo Onieva tampoco se queda atrás.
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