La cocina española pierde a una de sus representantes más talentosas. Adriana Restano ha muerto a los 44 años según ha informado la Cadena SER a través de fuentes familiares.
La cocinera, que regentaba el restaurante Nina Pasta Bar, ha muerto “repentinamente por causas naturales”.
Según ha informado la cadena, la chef Adriana Restano falleció el 30 de diciembre a los 44 años. Las causas exactas de la muerte no han trascendido, aunque se confirma que ha sido por causas naturales. Su fallecimiento ha causado gran consternación en el sector, donde era muy conocida.
Era propietaria del Nina Pasta Bar, un emblemático local ubicado entre La Latina y Puerta de Toledo. Emplazado en pleno centro de Madrid, en manos de Restano se convirtió en toda una referencia de la cocina italiana. Además, la cocinera había salido en la tele de la mano del periodista Mikel Iturriaga.
Aparición televisiva
Poseedora de un gran carisma y un talento innato para las relaciones públicas, la dueña del Nina Pasta Bar dio el salto a la pequeña pantalla. Ya era una persona muy conocida en el ambiente culinario. Pero su popularidad acabó de crecer con su participación en 'Banana Split', el espacio de La 2 de TVE.
Su conductor, Mikel Iturriaga, ha sido uno de los primeros en reaccionar a la muerte de su compañera. Ha definido a Adriana Restano como “una de las personas más amables, simpáticas, cariñosas, colaboradoras, profesionales y entusiastas con las que he coincidido en mi trabajo como periodista”.
Según el presentador, Adriana era “pura alegría y pasión por la buena comida”. También ha elogiado su restaurante como “un ejemplo de cómo hacer bien las cosas a todos los niveles, desde la calidad de los platos al trato con los clientes”. “Te vamos a echar de menos, amiga”, ha concluido.
Un local con mucho éxito
El restaurante de Adriana Restano permanece cerrado desde su muerte. Ella fue el alma del local, cuyo nombre tomó de su abuela tal y como ella misma explica en su página web. “Nunca es mi abuela, nació en un pequeño pueblo de Benevento, no muy lejos de Napoli, la mejor cocinera del mundo”.
La abuela Nina fue todo un referente para Adriana en su introducción a la gastronomía: “Era capaz de reunir a las familias y hacer que la armonía fluyera gracias a los banquetes que preparaba”. De ella aprendió “sus recetas secretas” que se podían degustar en Nina “de manera fiel y con un toque italo-castizo”.
El local adquirió fama gracias a los antipasti y a los platos tradicionales como los spaghetti carbonara. Junto a los productos típicos de Italia, la carta ofrecía comidas menos habituales como los gnocchi de calabaza. Aunque sin duda, uno de los mejores ingredientes era el carisma de su chef, Adriana Restano.
De Parma a Madrid
Nació y se crió en Parma, pero se mudó a Madrid para estudiar con una beca universitaria. Aunque la idea inicial era pasar cuatro meses en la capital, se quedó para siempre allí. Inició su andadura profesional trabajando en grandes grupos y especializándose en innovación alimentaria.
En 2018 fundó su propio restaurante en el que consiguió fusionar con originalidad la cocina italiana con la gastronomía española. Además de 'Banana Split' también apareció en 'El Comidista'. Los espacios televisivos hicieron que su fama aumentara aunque ya era muy conocida y apreciada en el sector.
Querida por sus amigos y admirada en su profesión, Adriana se había convertido en todo un referente en el negocio. Su Nina Pasta Bar consiguió rápidamente numerosas críticas y reseñas en medios especializados de la capital. Un éxito profesional que se debía, en parte, a su buen hacer con los demás.