La cantante británica Mel B ha vuelto a la palestra. La que fuese una de las integrantes del mítico grupo musical ‘Spice Girls’ ha desatado la polémica tras aparecer en un videoclip siendo golpeada y cubierta de grandes moratones falsos para mostrar los efectos de la violencia doméstica.
A sus 45 años, la que fue compañera de trabajo de Victoria Beckham en los años 90 se ha puesto en el papel de una mujer que trata de huir de su violenta pareja en un vídeo de la organización ‘Women’s Aid’, en el que colabora el compositor Fabio D’Andrea.
En este clip Mel B muestra cómo mientras la relación ficticia de la pareja aparenta ser la fiel imagen de la felicidad ante su entorno más cercano, a puerta cerrada todo es una auténtica pesadilla. El comportamiento de su compañero es violento y finalmente todo termina en una gran tragedia en la que la ex componente de las ‘Spice Girls’ debe huir ensangrentada de su casa desesperada por escapar del comportamiento abusivo de su pareja.
Tras la publicación del vídeo, la artista explicó a ‘The Sun’ que «tanto si se trata de escupir como de estrangular, son cosas que ocurren realmente. Son las historias de todas estas mujeres. Terminé la grabación con moratones porque quería que fuera una representación honesta de lo que todas hemos sufrido. Hay una escena en el dormitorio en la que me atacan, era muy importante hacerla real».
«Estoy increíblemente orgullosa de formar parte de este proyecto, que significa mucho para mí porque es la unión de tres cosas que son muy importantes en mi vida. La música, la danza y una forma de poner de relieve el creciente problema de la violencia contra las mujeres», añadió.
Lo cierto es que a la artista británica le parecía extraño decir que estaba orgullosa «de mostrar algo tan brutal y perturbador, pero es mi misión concienciar sobre algo por lo que tantas mujeres pasan cada día, cada semana, cada mes de sus vidas».
Su historia más personal
La ex componente de las 'Spice Girls' también contó su experiencia personal en la que intentó abandonar a su exmarido Stephen Belafonte, que ha negado cualquier acusación de malos tratos, durante una década, pero que le resultó «una situación imposible».
A pesar de que este estaba condenado por abuso doméstico antes de casarse con ella, supo mantener en secreto esta información. Le decía que era «fea, una mierda, una puta, que no valía nada, patética, borracha» durante esa horrible época que permaneció junto a él.
Tristemente, no fue hasta 11 años después cuando la artista de origen jamaicano y británico se divorció de su pareja, a pesar de que el acuerdo de divorcio al que llegaron implicó que ella no presentase cargos de abuso.
Una nueva etapa
Durante la entrevista con ‘The Sun’, la británica insinuó que, cinco años después de poner punto y final definitivamente a su matrimonio, ha logrado encontrar el amor con una nueva pareja. Y es que lamentablemente tras su terrible experiencia no pudo permitir que nadie la abrazara o siquiera tocara durante todo un año.
Desde que dejó a su ex, la artista ha comenzado una nueva vida en la ciudad británica de Leeds con su madre Andrea y ha prometido enseñar a sus hijas a mantener unas relaciones sanas, incluyendo la prohibición de gritar en su casa para evitar que tengan que sufrir.
La cantante también mostró su satisfacción por la introducción de la Ley de Abuso Doméstico en Inglaterra. Esta norma establece una definición que va mucho más allá de la violencia física para proteger a las personas que pueden resultar más vulnerables.