La crisis sanitaria ha afectado a muchas personas y los rostros conocidos no han quedado exentos de ello. Según ha informado 'Look', María José Campanario, como muchos otros trabajadores, se vio obligada a dejar de asistir a su puesto de trabajo el pasado 15 de marzo cuando decretaron el estado de alarma en España.
La mujer de Jesulín de Ubrique trabaja desde la primavera de 2019 en una clínica dental en Lloret de Mar (Gerona). Allí ha conseguido cumplir su deseo de mantener una vida anónima y, además, ha hecho nuevos amigos y se le considera una muy buena profesional.
Pese a que este empleo ha hecho que deba viajar todas las semanas de Andalucía a Cataluña, su trabajo es una válvula de escape y también le ha servido para que la enfermedad que padece, la fibromialgia, le haya dado una tregua.
María José Campanario lleva en ERTE desde marzo
Sin embargo, el estallido de la pandemia de coronavirus supuso un gran cambio en la vida de María José Campanario.
A la espera de que mejorase la situación, la clínica dental en la que estaba trabajando se vio obligada a cerrar sus puertas y cuando pudo volver a abrirlas, la empresa tuvo que tramitar un expediente de regulación temporal (ERTE) por culpa de la bajada de las consultas y los pacientes.
Entre los empleados que se vieron afectados, se encuentra la mujer de Jesulín de Ubrique. Como muchos otros trabajadores que se encuentran en su misma situación, María José Campanario ha estado cobrando el 70% de la base de la cotización durante los seis primeros meses y, partir del séptimo, el 70%. No obstante, para ella la prestación asciende a un poco más de 600 euros al mes por tener hijos.
Esta situación ha provocado que disminuya el ánimo de María José Campanario, ya que se han visto afectados sus deseos de superación y de autonomía.
«Es una mujer muy sociable y de espíritu independiente y no ve el día que eso vuelva», ha explicado una fuente cercana a la mujer de Jesulín de Ubrique a 'El Español'. Además, esta misma fuente ha destacado que «no sale mucho de casa».
No le permitieron seguir cursando sus estudios
María José Campanario ejercía como técnica de laboratorio de Anatomía Patológica en Castellón (Valencia) cuando conoció al torero, pero con el paso del tiempo decidió que quería ampliar su formación y en el año 2010 se matriculó en la Universidad Europea de Madrid para estudiar odontología.
Empero sus deseos de obtener un nuevo título se vieron mermados en julio de 2011, cuando fue condenada por un delito de estafa en grado de tentativa y por falsedad documental por la Operación Karlos. Entonces, el centro universitario le negó poder seguir cursando la carrera allí.
Por este motivo, decidió trasladar su expediente a una universidad privada de Barcelona. Aunque su estancia allí duró muy poco tiempo, porque estar lejos de su familia pesó demasiado. «No veía a mi familia y todos estábamos mal», reconoció ella misma a la revista '¡Hola!'.
A pesar de esto, en 2012 encontró en Oporto (Portugal) el lugar perfecto para finalizar sus estudios. Aunque una vez más la distancia volvió a convertirse en un handicap, nada le hizo cambiar de opinión y, finalmente, obtuvo su título en el año 2015.
Tras obtener la licenciatura, María José Campanario quiso seguir ampliando su formación y realizó un máster. Esto y su operación de hernia discal provocaron que se retrasara su incorporación al mercado laboral.
Antes de embarcarse en una nueva aventura profesional en Lloret de Mar, la mujer de Jesulín de Ubrique consiguió empleo en una clínica dental de Sevilla dos días por semana.