Telecinco lo ha vuelto a hacer, tiene a toda España pegada al televisor viendo el especial 'Cantora, herencia envenenada', un programa que se desarrolla en directo des del plató de 'Sálvame' y que se nutre de los mejores colaboradores del universo Mediaset con un único objetivo, destapar todos los detalles de la herencia de Paquirri y contar a toda la audiencia muchos de los secretos que se ha guardado Isabel Pantoja y que a partir de hoy pasaran a ser de dominio público.
Sin lugar a duda el gran atractivo del programa es que Telecinco no está solo en esto. Kiko Rivera, el hijo de la tonadillera, ha aceptado participar en este especial para poner entre las cuerdas a su madre y que de una vez por todas, le dé todo lo que le pertenece y que así, se cumpla en su totalidad la herencia que dejó su padre. Una herencia que no se ha repartido y que implica a la propia Isabel, a Kiko, a los hermanos Rivera y a otros miembros de la familia mucho menos populares.
El cantante se ha comprometido con la cadena y con todos los espectadores a contarlo todo y lo que es más importante, a aportar todas las pruebas que lo avalan como el gran heredero de la fortuna del torero más popular de nuestro país, una fortuna que se estipula que estaría por encima de los nueve millones de euros totales.
El programa ha empezado intentando dibujar la relación que ha habido entre madre e hijo, para así entender por qué Kiko Rivera ha tardado tantos años en plantarle cara a su madre y reclamarle todo lo que es suyo.
Kiko Rivera cree que estuvo enamorado de su madre
La respuesta de Kiko ha dejado a todo el mundo helado. Ha admitido que ha sufrido el complejo de Edipo con su madre, admitiendo que ha estado enamorado de ella, elevándola al más alto nivel y dando por bueno todo lo que ella decía. Esta relación tan estrecha nunca se ha materializado, pero sí que es cierto que es un vínculo que solamente se ha visto entre ellos dos, nada que ver con la relación de la tonadillera con su otra hija Isa Pantoja.
Este sentimiento pasional, ha hecho que durante años Kiko Rivera haya estado anulado sin valor a poner en duda lo que decía y decidía su madre, una historia que ha durado muchos años y que ahora le costará mucho deshacer para poder recuperar todo lo que ha sido suyo.
No ha sido solo en lo material, esta relación tan peculiar con su progenitora también ha llevado a Kiko a alejarse del resto de su familia, solamente por las impresiones o por el rencor que acumula su madre hacía ellos por cosas que ocurrieron en el pasado.
Esto ha alejado a Kiko de sus dos hermanos, también de su primo Canales Rivera y lo que más le ha dolido, de su abuelo paterno que jamás ha conocido por culpa de las presiones de su madre, afirmando que nunca lo ha podido querer por la falta de vínculo que se le ha creado. Ante todo esto, Kiko ha confesado que jamás se lo podrá perdonar a su madre, dejando solamente una puerta a dejar de tratarlo en público, pero que los pasos judiciales no han hecho más que empezar, con el ánimo de mantenerlos en activo hasta que logre recuperar todo lo que le pertenece.