José Antonio Avilés es incapaz de pasar desapercibido por allí dónde pasa. Su paso por 'Supervivientes' dejó a la vista sus grandes mentiras, todas centradas en aparentar una vida de lujo que no se correspondía con su vida. Las deudas, mentiras y medias verdades empezaron a aflorar en 'Sálvame' y los testimonios que acudían para contar como habían sido engañados por el colaborador de 'Viva la vida' se contaban por docenas.
A su vuelta, este intentó hacer una cura de conciencia y al ver que era imposible defender todas las historias que se había inventado, empezó a devolver el dinero que había sustraído y empezó a saldar deudas con todos sus fantasmas del pasado.
Todo esto hizo que su verdad periodística, que luego supimos que tampoco lo era, cayese por los suelos, pero no fue suficiente como para que sus jefes del programa de los fines de semana prescindieran de él y siguió trabajando en el programa de Emma García.
Hoy Avilés ha vuelto a hacer otra aparición televisiva en las nuevas entregas de 'Ven a cenar conmigo: Gourmet edition'. Este se ha reunido con Ana María Aldón, María Jesús Ruiz y el actor Jorge Sanz, los cuatro para demostrar que son los mejores anfitriones posibles.
En esta primera entrega el anfitrión era José Antonio Avilés y des del primer momento ya han habido detalles que nos han hecho creer que Avilés estaba volviendo a mentir. El colaborador vive en un piso en el centro de Córdoba, aunque sus padres y sus raíces están en Almodóvar del Río.
Por este motivo ha sido muy extraño ver que la ubicación de su casa se encontraba en una zona residencial y que no se corresponde con el centro de Córdoba. Esto no ha sido el único detalle que hemos podido ver que no cuadraba, una vez ha mostrado la casa donde se encontraba hemos podido confirmar que ese no es su lugar de residencia.
La decoración era escasa y los electrodomésticos brillaban por su ausencia
Desde el inicio del programa, los espectadores han visto que esa casa estaba completamente desangelada. La casa apenas contaba con elementos decorativos, las paredes no tenían cuadros y los elementos que servian para identificar al colaborador de televisión eran mínimos y colocados estrategicamente para que saliesen en los tiros de cámara.
En efecto, el piso parecía un piso que se alquila y al que se le han añadido algunos elementos para poder ser mostrado en televisión. Los sofás no eran iguales y se complementaban con unos tronos sin sentido, acompañados de unas sillas y una mesa que no pegaba en ese entorno.
Las paredes contaban con distintos estampados de papel y por si todo esto fuera poco, no se podía identificar ningún electrodoméstico ni en la cocina, ni tampoco en el salón. Es extraño que no tenga televisor, si justamente trabaja comentando todo aquello que ocurre en la pequeña pantalla.
No es la primera vez que ocurre algo así. En la edición de Víctor Sandoval también vimos que el colaborador de 'Sálvame' recibía a los invitados en un apartamento y que no era el suyo. En esa ocasión, se optó por esta estrategia debido a que el colaborador estaba viviendo en Sitges (Cataluña) y por lo tanto era más fácil alquilar un piso en Madrid y evitar de desplazar a todo el equipo.
Esto también pasa en el programa de Bertín Osborne. No todos los famosos están dispuestos en mostrar su casa en televisión, pero sí que muestran predisposición para ofrecer este tipo de entrevistas. Ante esto, el programa opta con dos opciones. La primera, llevar al invitado a la casa de Bertín y la segunda, apostar por una casa alquilada o por un lugar que de algún modo represente a la personalidad.
Volviendo a Avilés, este no ha confesado en ningún momento que estuviese recibiendo a los invitados en un hogar que no es el suyo.