Jesulín de Ubrique sabía que la mayoría de edad de su hija no iba a pasar desapercibida para la crónica social. Descubrir el rostro de la hermana de Andrea Janeiro era muy goloso para los periodistas.
En esta línea, el torero y su mujer, María José Campanario, se curaron en salud y aconsejaron a la primogénita del matrimonio sobre cómo debía hacer frente a su sobrevenida fama que le esperaba ansiosa tras cumplir los 18 años.
La odontóloga tenía muy claro que Julia no iba a participar en lo que la mujer de Jesulín de Ubrique considera un circo mediático. De hecho, María José Campanario vaticinó tiempo atrás que su hija no iba a sucumbir a las ofertas televisivas ni protagonizaría escándalos mediáticos porque, según su madre, Juls detestaba las cámaras.
En cambio, sus redes sociales decían todo lo contrario. Juls, como se hace llamar en estas plataformas, sabe sacarse partido y acaparar las miradas de muchos usuarios con sus posados fotográficos. Julia se ha convertido en carne de cañón para las marcas.
Los seguidores de la hermana de Andreíta han subido como la espuma desde que ha cumplido la mayoría de edad y se ha desvelado su rostro en la pequeña pantalla. La hija del torero ya suma 177 seguidores, una cantidad muy llamativa para las compañías que trabajan con publicidad mediante influencers.
No obstante, la hermana pequeña de Andrea Janeiro se ha curado en salud y ha suprimido toda posibilidad de recibir públicamente críticas o comentarios malintencionados. Juls ha bloqueado su muro de comentarios para que nadie pueda esbozar su opinión sobre las fotografías que publica.
Pero esto no ha sido suficiente. La hija del torero es víctima de informaciones que se han hecho públicas sobre su vida privada por parte de los compañeros de trabajo de la madre de su hermana.
Sin ir más lejos, hay quien ha afirmado que Julia fue víctima de bullying durante su etapa escolar. Además, también se ha relatado en alguna ocasión que el carácter de la dieciochoañera es violento y con una personalidad altiva.
Julia Janeiro cuenta con protección absoluta
Jesulín de Ubrique y María José Campanario han sacado las uñas contra todo aquel que osa tocar a su pequeña. Julia les ha concedido el permiso para que tomen las medidas oportunas que sus padres consideren necesarias para proteger su anonimato, dentro de lo que cabe y alejarla de infortunios.
El matrimonio ha contratado los servicios de un abogado, el reputado Antonio González Zapatero, para que analice todo lo que se ha hablado sobre Julia e interponga las demandas oportunas contra todos aquellos que han atacado a la joven.
Para la familia de Jesulín de Ubrique la máxima prioridad ahora mismo es que Julia pueda continuar disfrutando de una vida normal dentro de lo que cabe y de la fama inevitable que posee.
El periódico ABC habló en exclusiva con el letrado quien ha añadido que no se está teniendo en consideración que Jesulín de Ubrique y María José Campanario tienen otro hijo, más pequeño que Julia, a quien le podría estar pasando factura todo el revuelo mediático que se ha formado alrededor de su hermana mayor.
«Se están olvidando de que Julia tiene un hermano pequeño que va al colegio», defendió el abogado que vela por los intereses de la joven.
Además, Antonio González ha respondido a quienes han defendido que Juls puede convertirse en personaje y, por lo tanto, la prensa puede hablar sobre su vida privada porque la segunda hija del torero no ha emitido un comunicado en el que exprese su deseo de mantener el anonimato, como sí lo hizo su hermana Andrea Janeiro. En palabras del abogado de Julia, aunque ella hubiera dado ese paso, tampoco se habría respetado.