Teniendo en cuenta quién es la cantante Jennifer López, no es de extrañar que sus hijos tengan los mejores regalos de cumpleaños que se puedan imaginar. Su fama, influencia y dinero le permitirían conseguir para ellos cualquier cosa que se propusiera, incluso aquello que nadie jamás pensaría.
Es lo que ha sucedido ahora en el cumpleaños de sus hijos mellizos Emme y Max, ambos cumplían ayer 13 años de edad. Y pese a que el día especial era de los dos, el regalo que ha sorprendido ya a todo el mundo estaba especialmente dedicado a Emme.
Quizá leyendo esto todo el mundo esté pensando en algún tipo de objeto muy exclusivo y caro, un lujo total que solo grandes artistas de fama internacional podrían permitirse, pero no, nada más lejos de la realidad.
Lo cierto es que, pese a ser un regalo de lo más exclusivo, eso sí, no se trata de nada material, ni siquiera es un objeto, y es que como siempre se dice, los mejores regalos son aquellos por los que no se puede pagar.
Pues bien, Jennifer López ha sorprendido a su pequeña con una de las clases más especiales de su vida. Ha logrado que el mítico Lenny Kravitz acudiera a su casa para dar unas clases de guitarra eléctrica a la niña. Sin duda, algo que nunca va a olvidar.
Sí que es cierto que el regalo ha sido para los dos hijos, sin embargo, de ambos es Emme la que es más apasionada de la música y, por lo tanto, para quien más especial habrá sido el momento.
Ha sido la propia cantante la que ha compartido en sus redes el especial momento, en unos vídeos en los que se puede ver al cantante enseñando a la pequeña a utilizar su guitarra. Además, se puede ver también como la niña está de lo más tranquila a su lado y disfrutando el momento.
Hay que tener en cuenta que ser hija de los cantantes Jennifer López y Marc Anthony, probablemente haya hecho que estas situaciones no sean para ella como serían para un niño de 13 años normal. La prensa, las personas famosas y la gran repercusión de su familia ya deben de ser cosas normales para ambos hermanos.
Hay que tener en cuenta, además, que la pequeña ya tiene cierta experiencia en los escenarios. Solo hace falta recordar la actuación de su madre el año pasado en la Super Bowl.
Si hubo algo que destacó entre todo fue precisamente la aparición de la niña para cantar y actuar al lado de la cantante. Fue algo que sorprendió a todo el mundo, pues una niña de solo 12 años se subió a uno de los escenarios más imponentes que puede haber para actuar antes miles de personas.