Ha llegado el día. Isabel Pantoja ya ha declarado en el juicio que se ha celebrado hoy contra Agustín Pantoja después de que Kiko Rivera demandase a su tío por estafa y apropiación indebida. Aunque también por administración desleal.
Una situación muy complicada para la tonadillera, quien debe darle la espalda a uno de sus principales apoyos y mano derecha. De esa forma, a Pantoja le ha tocado hoy confesar lo que su hermano habría hecho con el dinero que Kiko le cedió para salvar a su madre de la prisión.
Según el Dj, él confió en la palabra de su tío, al que consideraba su segundo padre, al firmarle unos poderes notariales. Y el testimonio de Isabel sería clave para ayudar a su hijo, ya que Agustín se enfrenta entre 1 y 4 años de prisión.
Esta mañana, los hermanos llegaban juntos a los Juzgados de Chiclana de la Frontera, demostrando que siguen unidos pese a todo.
Después de que Kiko decidiese exponer los trapos sucios de su madre en televisión, ella se aislaba en Cantora.
Allí solo pudo contar con el apoyo de su querido hermano, que se ha convertido en su sombra. Así, no sorprende que sigan formando una piña. "Tiene que caer un meteorito en España para que yo quite esa demanda", advertía Rivera.
A su llegada a los Juzgados, ni Isabel ni Agustín han querido hacer declaración alguna a los medios de comunicación que les esperaban. Eso sí, Pantoja ha fulminado con la mirada al reportero que le ha preguntado si tenía miedo de que su hermano pudiese terminar en prisión.
La estrategia de Isabel Pantoja
Justo hace una semana, su pequeño del alma dejaba muy claro que no había forma de arreglar la situación.
"Que pena de familia tengo y qué avergonzado me siento de pertenecer a ella", pronunciaba devastador.
Todo, después de descubrir que su madre le había dejado sin herencia. Y no solo eso, sino que la parte correspondiente a sus hijas podría terminar en manos del propio Agustín.
Al ser menores, las niñas necesitarían de un tutor legal, e Isabel habría escogido a su hermano para ese cargo. Al parecer, no se fía de lo que su hijo pudiese hacer si el dinero termina en sus manos.
Esta cuestión enfurecía al marido de Irene Rosales, quien no tardaba en explotar. "Señorita, preocúpese primero de sus problemas y solucione lo que debe, entre otros, a la kioskera", reprochaba a su madre.
"Lo suyo, si le sobra algo, se lo puede meter a su hermano por donde le quepa. Fin de la cuestión", zanjaba con cierta arrogancia.
Al llegar de la mano de su hermano, la de 'Marinero de Luces' deja muy claro que toma partido por él. Mientras que, por el contrario, rechaza por completo a sus hijos, a los que castiga con el silencio.
Y es que Isa Pantoja también ha salido escaldada del conflicto familiar, y ella tampoco se habla ya con su madre. Ella le achaca el desprecio continuado a su hijo Albertito, quien se niega a volver a ir a Cantora.
En cuanto a la relación de Kiko con su madre, lo único que nos queda esperar es que se vean las caras en el juzgado. Aunque, ni siquiera la confesión de su madre la hará cambiar de opinión.
"Lo único que pedí para descubrir sus verdaderas intenciones, es que me entregara los enseres que me pertenecen de mi padre. Después, si quieres, nos sentamos a hablar. Lo único que busca es hacerme chantaje emocional".
Al Dj lo que más le duele es el comportamiento que su madre ha tenido con sus hijas, ya que ni siquiera tiene el valor de llamarlas directamente.
Por lo visto, la tonadillera se aprovecha de su sobrina Anabel para contactar con las pequeñas Ana y Carlota. "Ella llama a mis hijas, pero hace algo que es utilizar a mi prima Anabel Pantoja".
"Anabel llama, Irene lo coge, y se encuentra con que aparece mi madre. No voy a impedir que hable con sus nietas, pero joder, es feo, ¿no?"