Tras haber obtenido la libertad condicional, parece que Iñaki Urdangarin se encuentra más solo que nunca.
El que fuese yerno del rey Juan Carlos ya ha abandonado su puesto de trabajo en el despacho de abogados de Vitoria y se dirige hacia un futuro bastante incierto.
Uno, en el que ya no cuenta con el respaldo de la que fuese su mujer, aunque ella está obligada a cumplir con el acuerdo de separación y proporcionarle 5.000 euros mensuales.
Algo, que iría en contra de los deseos del emérito, que ya dejaba claro que "a ese, ni media".
Lo que si está claro, es que Iñaki se plantea más que nunca volver a Barcelona, según informan diversos medios.
"Iñaki está en Barcelona porque está haciendo un curso de entrenador de balonmano para entrenar a los juveniles".
"La posibilidad de que se incorpore al Barça es real. Quiere volver a este mundo y ha pedido ejercitarse en las instalaciones del Barça", aseguran.
"Y si Urdangarin se va a Barcelona a vivir, es posible que su relación con Ainhoa Armentia pase a mejor vida".
Está claro que este drástico cambio de planes le alejaría de su nuevo amor. Y es que ella tendría otros planes.
Iñaki Urdangarin da el paso que le aleja de manera definitiva de Ainhoa Armentia
"Su nueva pareja sentimental y compañera en esta firma continuará en su actual puesto de trabajo de analista contable. Se trata de una de las empleadas mejor consideradas", aseguran. "Ha mantenido su nivel laboral a pesar de la exposición pública".
Su relación nació en ese despacho de abogados, y parece ser que allí tendrá también su fin. Aunque, eso sí, en muy buenos términos.
La parejita, a pesar de negarse a dar explicaciones, comenzaba a dejarse ver más a menudo y sin esconderse.
Aunque el escándalo habría sido mayúsculo y habría afectado incluso a la familia de Armentia, cuya madre terminaba explotando.
"Me enteré el mismo día de todo y fue mi hija la que me lo contó, me enteré antes de las fotos", aseguraba.
E insistía en que "somos personas normales, porque él sea público, nosotros no tenemos nada que ver en esto".
La única preocupación de la familia serían los niños, y así lo manifestaba Antonia: "Mis niños están muy protegidos".
"Por tanto no tienen nada que ver en esta relación, no son como los hijos de la infanta que son públicos. Ellos no son públicos", señalaba.
Una preocupación que Ainhoa comparte con Iñaki, cuyos hijos también se han visto inevitablemente salpicados.
De momento, el exduque de Palma ya se ha dejado ver por la ciudad condal, apoyando a su hijo Pablo, que ha seguido sus pasos en el Barça de balonmano.
De hecho, el joven era el único miembro que se pronunciaba abiertamente ante la prensa y aseguraba que "todos estaban muy tranquilos y que iban a seguir siendo una familia unida".
La actual estancia de Iñaki en Barcelona "representaría un paso previo a la apertura de una firma de 'coaching' que todo indica que arrancará en la Ciudad Condal, donde residió entre los 18 años y 2018".
De esta forma, muchos presagian un triste final para la pareja de moda, ya que cada uno seguiría su camino por separado.
De momento, no cabe duda de que entre los planes de Urdangarin siempre estuvo volver al lugar que le ha visto crecer, triunfar, casarse y nacer a todos sus hijos.
Y lo hará poniendo en práctica algunas de las enseñanzas que le dejó su paso por prisión, ya que estudió psicología a distancia, enfocado en ser coach de jóvenes que buscan triunfar en el deporte.