Manuel de La Isla de las Tentaciones 3 llorando con su novia Lucía en primer plano

Tres momentos que confirman que el de ayer fue el programa más bochornoso de 'La Isla'

Algunos concursantes no dejan de sorprendernos y no precisamente para bien

La de anoche fue, sin lugar a dudas, una de las galas más emocionantes de 'La Isla de las Tentaciones'. Y es que nos dejó momentos únicos como el rapapolvo de Lucía a Manuel, en el que pronunció una frase que ya ha pasado a la historia.

Sin embargo, también hizo que los espectadores viviéramos instantes que nos causaron auténtica vergüenza ajena.

Precisamente por eso no podemos dejar de afirmar que el programa de ayer fue el más bochornoso de su historia.

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El 'solitario' de Jesús

Mira que habíamos visto cosas en las tres ediciones del programa de Telecinco, pero nunca lo que vimos ayer.

Es cierto que en esta temporada y en las anteriores muchos concursantes se han dejado llevar por la pasión con sus tentadores. Sin embargo, jamás habíamos sido testigos del amor propio que un participante se daba a sí mismo. Pero ayer sucedió. Fue Jesús el que ni corto ni perezoso quiso jugar un ratito y, como no tenía compañera de juegos, optó por entretenerse él mismo bajo las sábanas.

Estupefactos nos quedamos al ver esas imágenes y nos hicimos una pregunta: ¿por qué no se fue al baño y cerró la puerta? Allí las cámaras no le iban a grabar.

Ese instante nos abochornó a todos, pero también a su novia (Marina) y a sus compañeras, que también fueron testigos del mismo. Incredulidad y vergüenza fueron las que sintieron todas. Y posiblemente Jesús también si estaba viendo ese vídeo ya en casa.

Pero lo curioso del asunto es que su chica aprovechó para 'darle la puntilla'. Así, no dudó en manifestar que su novio prefería hacer lo que había hecho que tener relaciones con una tentadora. Y tenía claro el motivo: «Si no lo hace no es porque no quiera, es porque igual ha visto que no va a estar a la altura de la situación. Tiene miedo a ponerse nervioso en esa situación y no hacerlo bien (…) Miedo a...que se venga abajo».

Lola y Carlos, en celo

La protagonista absoluta de la temporada es Lola, ya que no deja de sorprendernos en cada entrega. Tras su tonteo con Simone, sus caricias con Carlos y sus llantos diciéndole a su novio (Diego) que le iba a demostrar que le quería, hay más imágenes.

La leonesa, ante la perplejidad de compañeros y espectadores, ha roto con la promesa a su chico. Así, se ha aproximado más que nunca al citado tentador Carlos. En la pasada gala ya vimos que habían tenido relaciones sexuales. Y más de una vez.

Pues bien, anoche pudimos ser testigos de que las hormonas de una y otro siguen revolucionadas. Tanto es así que no dejan de intimar sin vergüenza ya de ningún tipo. Tanto es así que les vimos 'encendidos' en el baño, por ejemplo.

No es esconden y no se cortan. Y es que, según la joven, no puede evitarlo porque «nunca he tenido una complicidad tan grande con una persona en el ámbito sexual. Me siento como una femme fatale».

Manuel, puro teatro

No obstante, si los dos instantes citados fueron bochornosos, nada que ver con el más vergonzoso de toda la noche. Nos estamos refiriendo al 'papel' de Manuel en la hoguera de confrontación con su novia, Lucía.

El gaditano, al que su chica le había perdonado infidelidades fuera del concurso, optó por llegar al cara a cara con la táctica que le había servido anteriormente. Así,compungido y triste intentaba llorar, pero no le salía. Ponía los ojos como el gatito de 'Sherk', pero esta vez no le sirvió de nada.

Lucía más firme que nunca no cayó en su pésima interpretación y con risa irónica le dijo: «¡Qué falso eres! No llores». A lo que luego añadió: «Pero si no tiene lágrimas».

En ese momento, Manuel pasó de hacer una comedia a una película a medio camino entre el romanticismo y la acción. De ahí que comenzó diciendo que había hecho lo que sentía su corazón, para luego arremeter contra su novia por haberse besado en un juego con dos chicos.

Es más, la tachó de despechada, pero ahí la joven le dio un revés que no se esperaba. Le dijo que de despecho nada, había actuado como había querido, por decirlo de manera educada.

Pero si pensábamos que el gaditano no podía ser más pésimo actor y comportarse de forma más bochornosa, ¡tachán!, llegó el culmen de la vergüenza.

Después de que Lucía le 'cantara las cuarenta' muy bien y se marchara dejándole solo, él decidió quedar ante la audiencia como un hombre de gran sensibilidad. Así, queriendo 'lavar su imagen', corrió entre lágrimas y cual Heidi por las montañas rogando un abrazo a su ya ex.

Sin embargo, esta actuó como debía y le dio otro zasca con absoluta dignidad: «No, lo siento, pero no lo siento. No quiero saber nada de ti».

De bochorno en bochorno. Así fue como acabó la noche Manuel, quien dejó el programa marchándose con Fiama. Afortunadamente el que se haya marchado hará que los espectadores no tengan que seguir escuchando sus palabras vergonzosas y sus actos...mejor no calificarlos.