El relato de Rocío Carrasco está plagado de historias sobre el padre de sus hijos, Antonio David Flores, cuyo nombre prefiere no pronunciar en alto.
«Ese ser», «padre impío» o «ese individuo» son algunos de los términos que la hija de Rocío Jurado utiliza para referirse a su exmarido, unas palabras que contrastan enormemente con las elegidas para hablar de su actual pareja, su «salvador», Fidel Albiac.
El sevillano también ha cobrado un gran protagonismo en el documental de Telecinco tras ser nombrado en varias ocasiones por Rocío Carrasco, que solo tiene buenas palabras hacia un hombre que entró en su vida en el verano del 1999.
Por aquel entonces, la hija de Rocío Jurado seguía casada con Antonio David y Fidel Albiac estaba saliendo con una buena amiga suya, Rocío Mestre, a quien Rociíto acabaría quitándole el novio.
Rocío Mestre: la amiga de Rocío Carrasco que salía con Fidel Albiac
Rocío Mestre era la joven amiga de Rocío Carrasco que salía con Fidel Albiac antes de que este empezara una relación con la hija de 'la más grande'. Una joven que jamás se esperaba que su chico y una de sus mejores amigas se enamorasen tras ser presentarlos ella misma.
Sin embargo, Rocío Carrasco siempre ha defendido que su relación con Fidel Albiac no nació de la infidelidad. Ni por su parte, ni por parte del sevillano.
«Nunca fui infiel porque no teníamos una vida marital, pero lo debería haber sido. Llevaba mucho tiempo separada de ese hombre», advertía la hija de Pedro Carrasco en el documental refiriéndose a Antonio David, con quien seguía casada legalmente cuando conoció a Fidel Albiac.
«No iba a hacer a nadie lo que me habían hecho a mí», añadía justificando su respuesta tras haber contado las infidelidades del padre de sus hijos, a quien pilló en varias ocasiones «besándose con una tal Sonsoles en un local de copas de Chipiona».
Además, según el propio relato de Rocío Carrasco, tampoco habría existido una traición hacia su amiga, ya que su relación con Fidel se habría iniciado tras la ruptura de este con Mestre.
«Entablamos una amistad pura y dura. Mientras Fidel salía con Rocío no tuvimos absolutamente nada, hablábamos por teléfono o quedábamos todos por ahí. Fidel me volvía loca, pero yo era consciente de que estaba saliendo con otra mujer», ha asegurado la heredera universal de Rocío Jurado.
Las contradicciones en el relato de Rocío Carrasco sobre su relación con Fidel
Pese a la reivindicación que ha realizado Rocío Carrasco sobre los inicios de su relación con Fidel, son algunas las contradicciones que han saltado a la luz con su relato.
En primer lugar cabe señalar que la propia hija de Rocío Jurado ha reconocido en la entrevista que lo suyo con el sevillano fue un flechazo a primera vista, descartando que el amor surgiese poco a poco entre ellos.
«Fue un impacto grande cuando le vi, no sabía ni cuándo ni cómo, pero sí que de alguna forma sería para mí», señalaba la protagonista en Telecinco.
Sus palabras no dejan lugar a dudas. Rocío Carrasco era muy consciente de cómo iba a acabar todo y del daño que podría causarle a su amiga, quien por cierto, ha ofrecido en el pasado una versión de los hechos muy distinta a la defendida por Rociíto.
«Me sentí engañada. Cuando me enteré de que Rocío y Fidel se veían a mis espaldas se rompieron en mí muchos sentimientos. La falta de sinceridad de una amiga duele, porque es una traición a la amistad», declaraba Rocío Mestre hace 22 años en una entrevista concedida a la revista '¡Hola!'.
Dicha entrevista, realizada por la periodista fallecida Maika Vergara y publicada en diciembre de 1999, ha sido recuperada estos días en la web del semanario por el periodista Enrique Suero, donde recordaba las dramáticas confesiones de una joven muy dolida por la traición de su amiga y su expareja.
«Fidel fue mi primera relación, me entregué por completo a los sentimientos que nos unían. Era mi primer amor, la persona de la que me había enamorado de verdad. Un día, un periodista me contó que se iban a publicar unas fotos de Fidel y Rocío juntos. Me dijeron que cuando mi novio me dejaba en casa se marchaba a ver a mi amiga y que la visitaba en Madrid. La traición de una amiga duele, pero más la de un novio, su falta de sinceridad, porque era el hombre con el que quería formar una familia», señalaba Rocío Mestre.