Joaquín Cortés lo tuvo todo...hasta que lo perdió
Para Joaquín Cortes, reputado bailarín español nacido en 1969, los problemas serios llegaron en 2012 cuando tuvo que hacer frente a un presunto caso de estafa. Le acusaron de apropiarse de 600.000 euros destinados a un local de flamenco junto a varios socios argentinos, que finalmente no salió adelante. No obstante y tras años luchando en los tribunales, la justicia le dio la razón y quedó absuelto de los cargos que le imputaban sobre estos hechos sucedidos en 2003.
Fueron años de incertidumbre y temor por si finalmente la justicia le obligaba a este pago.
No fue el único lío económico del bailarín. Según Cotilleo, también pasó serios apuros económicos para hacer frente a sus hipotecas. Dos de sus propiedades fueron embargadas para rebajar la deuda que tenía entre los bancos y los más de 80.000 euros que debía a la comunidad.
No obstante, el bailaor siempre ha hecho gala de una fortaleza personal destacable. Así, declaraba en una entrevista en la que se le preguntaba por la droga, que él la ha tenido siempre muy cerca, pero que también siempre la ha rechazado. Por lo menos, no ha tenido problemas de este tipo pues las adicciones acostumbran a sumir a quien las padece en una ruina total, a nivel económico y personal.
También Hacienda se le echó encima, reclamándole más de 2 millones de euros, sumando esta cantidad a sus ya cuantiosas deudas. Un descalabro económico en toda regla, vamos.
Finanzas estabilizadas y vida familiar de Joaquín Cortés
Con mucho trabajo y sin rendirse, Joaquín logró estabilizar sus finanzas y organizar el retorno de su deuda, que a día de hoy ya es mucho menor. Prácticamente tuvo que empezar de cero y recomponer su vida tras este durísimo varapalo económico. No obstante, hace tiempo que no baila y lo último que ha hecho profesionalmente es aparecer en Mask Singer, el programa de Antena 3.
A Joaquín lo que más le llena ahora mismo es estar con su mujer, Mónica Moreno, y con sus dos hijos pequeños, Romeo y Andrea.