Aparte de todo este drama que supuso el divorcio de Antonio David, Rocío Carrasco ha querido recalcar que en todo momento su ex ejercía una gran presión sobre su madre, a la que tenía prácticamente atemorizada.
Ese sería el principal motivo por el que Rocío Jurado jamás se atrevió a hacerle frente, e incluso le ofreció su casa durante una temporada. No tuvo valentía para echarle. Al menos, hasta que 'la más grande' y Ortega Cano decidieron irse de viaje, y le pidieron formalmente a Antonio David que abandonase la casa.
Algo, que no surtió ningún tipo de efecto en el que fuese su yerno, sino que, por el contrario, una vez más lo supo utilizar a su favor, ya que publicó unas imágenes fuera del domicilio alegando que no le dejaban entrar.
Ya en capítulos anteriores pudimos ver como Antonio David llegaba incluso a amenazar a su suegra. «Tú te callas, Rocío Jurado. Tú no sabes quien es Antonio David Flores», eran las palabras con las que, según Rociíto, su ex consiguió callar a su madre e impidió que le plantara cara. Y es que lo que más temía en el mundo la artista eran los escándalos.
Algo, a lo que se suma incluso un gravísimo robo cometido en la casa de La Moraleja. «Tenía una caja fuerte, con joyas y cosas de valor. Se la llevó. Tenía joyas mías, un anillo que me regaló mi padrino y mi madre me guardó hasta que fui mayor de edad. Relojes míos, de Cartier, documentos, papeles... Mis cartas de cuando yo era adolescente», ha enumerado Rocío las pertenencias que Antonio David le habría sustraído de su habitación.
Pese a ello, Carrasco no llegó a denunciar este hecho o a contárselo a nadie. Todo, en su intención por defenderle como el padre de sus hijos.
«Nunca se lo he dicho a nadie, ni siquiera presté atención o lo puse en conocimiento de la policía. Yo fui a coger mis cosas, a abrir la caja fuerta, y vi que no estaban. Se lleva una caja fuerte de mi dormitorio de la Moraleja».
Sin embargo, Antonio David se tomaba estas acusaciones a risa. «Me he quedado con todo, con obras de arte... con los coches, con todo», bromeaba después de que se filtrara la noticia.
Si en algo ha insistido Rociíto, es en que ella jamás pretendió perjudicarle, y puede que eso fuese precisamente lo que terminó jugando en su contra.
«Yo no quería decir nada, porque no quería perjudicarle. No hay un titular en veinte años en el que hable mal de él. Y jamás lo he hecho por ellos, por mis hijos, para que el día de mañana no puedan echarme nada en cara».
Por otro lado, Carrasco reconoce que en ese aspecto, puede que les haya sobreprotegido, pero no con la intención de dejarles tan expuestos a su padre, aunque «también es verdad que todo lo que he hecho se me ha vuelto en contra».
«Yo nunca les he hecho nada, y quiero pensar que con mi actitud han sufrido un poco menos. Sobre todo, en esa etapa cuando son tan vulnerables. Para mí lo más importante era que esos dos niños tuvieran a su padre, pretendía que mi separación fuera modélica, de respeto mutuo, en todos los sentidos, como fue la de mis padres. Yo quería algo así».
Con esa intención, Rociíto ha revelado que tardó más de la cuenta en emitir la demanda de divorcio, con lo que Antonio David le tomó la delantera.
«Yo me confié y esperé a poner la demanda de separación, pero se me adelanta y la presenta él. La que se separa soy yo, la quiere separse soy yo. El específica que quiere el domicilio conyugal, -la casa de la Moraleja-, la custodia de los niños. Supo sacar provecho desde el primer momento, pide una pensión alimenticia elevadísima. Yo quise renunciar a la pensión alimenticia de los niños, porque no quería que me dieran nada».