La gala de anoche de 'La Isla de las Tentaciones' estuvo marcada, sin lugar a dudas, por el tenso cara a cara entre Isaac y Jesús. Un encuentro que ya se había anunciado en el programa anterior.
No obstante, también en ella cobró relevancia una situación que ningún espectador entendió. Nos estamos refiriendo a la bronca que se vivió en la casa de las chicas y que tuvo a Lola, como siempre, como protagonista.
Nadie entendió muy bien el porqué de la disputa y eso se debió a que Telecinco, como ya había anunciado, eliminó todas las imágenes donde aparecía Carlos. De ahí que no se comprendiera el porqué se formó la que se formó.
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El sinsentido de la noche
Ayer en la villa de las chicas se vivió la última fiesta antes de que se produzca la final. Y la misma comenzó con buen rollo y diversión, como siempre.
Sin embargo, en un momento determinado, vimos a Lola fuera de sus casillas delante de la atenta mirada de los demás compañeros de residencia. Los gritos no dejaban de salir de la boca de la leonesa mientras mostraba también sus habituales actitudes de afán de protagonismo.
Sin embargo, los espectadores no entendíamos nada. Solo nos preguntábamos: «¿Qué ha pasado?».
La explicación
Según se ha dado a conocer, parte de la culpa de que no comprendiéramos lo que había sucedido es que tenía que ver con Carlos. Sí, con el tentador del que no se van a volver a emitir imágenes. Una decisión tomada por Telecinco después de que él haya sido detenido por un presunto abuso sexual.
Ahora se ha publicado qué sucedió realmente. Al parecer, Lola estuvo muy animada durante la fiesta y eso le llevó a bailar con Xavi, de manera provocativa. Eso hizo que Carlos, con el que ella está teniendo relaciones, se sintiera ofendido. Y más aún cuando los demás compañeros empezaron a hacer bromas con la actitud que tenían esos dos.
La situación, al parecer, acabó en una bronca entre la leonesa y su tentador. Una bronca que dejó a todos los habitantes de la villa perplejos. De ahí que algunos de ellos, como sería el caso de Rubén, acabaron afirmando: «Se está yendo de las manos» o «Esto me parece increíble».
Al parecer, la 'pareja' consiguió solucionar el problema. Sin embargo, la crispación en la casa ya estaba presente. Y es que nadie podía entender el conflicto surgido y la actitud de aquella.
Lola y su afán de protagonismo
Dado que todo el mundo estaba ofuscado por la situación que se había vivido, hubo una reunión en la cocina. Y en la misma fue Marina la que decidió tomar la palabra. Lo hizo diciendo: «Esta situación me parece patética, porque aquí nadie es propiedad de nadie». A eso añadió: «Yo no entiendo lo que aquí se ha formado».
En ese punto Lola decidió intervenir para exponer: «Ha empezado la noche y yo he estado bailando de puta madre con todos. Ha llegado un momento en el que la coña ha empezado con Xavi».
Algunos de los compañeros intentaron en ese momento dar su punto de vista, pero la leonesa se puso fuera de sí. Tanto es así que comenzó a decir: «Dejadme acabar de una puta vez porque al final voy a coger y me voy a arrancar todas las putas uñas, que ya me he jodido una ¿vale?».
Los demás se quedaron estupefactos ante las absurdas palabras de la joven así como por su actitud. Tanto es así que Isaac y Marina se marcharon de la cocina. Lo hicieron porque como ella expuso: «Yo cojo y me voy a mi cuarto ¿Voy yo a aguantar a la tía esta?».
Sin embargo, poco después el catalán y la sevillana regresaron donde sus compañeros. Y es que Lola continuaba con su sesión de 'hola, soy la estrella de la gala'. Lo hizo diciendo: «Os he dicho dejad de joder. Que a mí no me habéis visto cabreada (…) No le estaba molestando que Xavi estuviera bailando conmigo sino las putas risas. Lola siempre tiene que quedar como tiene que quedar y punto».
Una situación que llevó a que Rubén dijera: «Los victimismos, ya. Relaja». Unas palabras que hicieron que la leonesa se enervara aún más, ante la mirada de desconcierto de los demás. Así, tras otra sesión de gritos, manifestó: «Paso de todo (…) La noche ha sido un desastre. Todos nos hemos atacado, todos nos hemos dicho de todo y, al final, se lio la gozadera».
Continuó la trifulca
Lola, tras pronunciar esas palabras, decidió marcharse de la cocina. Sin embargo, sus compañeros continuaron hablando de lo ocurrido. Y especialmente clara fue Marina que expuso: «Esto es surrealista. Yo paso de darle protagonismo siempre a los mismos. Nos vamos todos a acostarnos y a tomar por culo. Esto no tiene sentido ninguno».
Es más, la sevillana se confesó después con las cámaras y expuso: «Para mí, haber acabado así la última fiesta ha sido patético, surrealista y penoso porque, al final, entre todos había un buen rollo increíble. No obstante, ellos sabrán como les va a ir en la vida».
El irse a dormir, sin embargo, no calmó las aguas. Al día siguiente y ante la presencia de Sandra Barneda, las chicas arremetieron contra Lola. Y es que manifestaron no entender sus actitudes ni tampoco su incoherencia o su deseo de tener 'minutos de gloria'.