Los espectadores de 'Sálvame' están más que acostumbrados a las salidas de Belén Esteban. Como se suele decir, cada vez que la ex de Jesulín de Ubriqueabre la boca «sube el pan» y es que, de un tiempo a esta parte, Belén no se corta un pelo a la hora de soltar alguna que otra lindeza.
Poco queda de la Esteban comedida y algo vergonzosa que se sentó por primera vez en un plató de televisión para airear sus problemas con el padre de su hija, Andrea Janeiro. Poco a poco sus colaboraciones en diferentes espacios de televisión le han ido dado la confianza suficiente para mostrarse tal y como es, lejos de los convencionalismos.
En más de una ocasión ha asegurado no tener los estudios ni la cultura de los que hacen gala otros compañeros, como por ejemplo Kiko Matamoros, pero eso nunca le ha impedido dar su opinión sobre ciertos temas, aunque alguna vez que otra se le haya escapado más de un error lingüístico que ha hecho las delicias de 'Sálvame' y ha levantado las carcajadas del resto de sus compañeros.
Desde que comenzó el estado de alarma el pasado 14 de marzo, Belén Estebanconecta con sus compañeros desde su casa para hacer su sección de cocina, pues todavía no quiere volver al plató debido a la pandemia y a su diabetes que la convierten en persona de riesgo frente a un contagio por Covid-19.
Sus conexiones son surrealistas y llena de momentazos televisivos que animan a los espectadores. Es habitual ver como la colaboradora confunde términos, cambia el significado de las palabras o se equivoca a la hora de leer la entradilla de su famoso ránking.
Su último error se produjo al confundir el nombre de la patrona de Paracuellos del Jarama, el pueblo donde reside desde hace años. Belén se refirió a la virgen como la Virgen de la Riviera en lugar de la Ribera, un desliz que situó a la imagen en la conocida discoteca madrileña, La Riviera, y que no habrá gustado a sus vecinos de Paracuellos.
Puede que el confinamiento esté comenzando a pasarle factura evocando sin querer sus noches de juerga o puede que Belén solo esté centrada en la devoción que siente por San Judas a quién no duda en ir a visitar en cuanto tiene ocasión para pedirle algún que otro favor. Sea como fuere, lo cierto es que conectar con Belén Esteban es garantía de risas aseguradas.